SANTIAGO.- Unos 300 trabajadores de la Universidad Central llegaron durante esta jornada hasta las dependencias del lugar, para protestar en contra de la nueva toma iniciada ayer por un grupo de alumnos del establecimiento.
Según denunció Sara Ardiles, vocera del sindicato de trabajadores de la casa de estudios, la movilización de ayer fue de forma violenta, pues algunos trabajadores fueron amenazados incluso con cuchillos para que dejaran el recinto de calle Lord Cochrane 417.
"Esta manifestación se debe a que estamos colapsados por esta situación y lo único que buscamos en este momento es el derecho al trabajo. Entendemos que hay muchas peticiones de parte de los estudiantes y nosotros los respetamos, pero también creemos que nos deben respeto y llevamos un mes en esta movilización en donde no se han movido las conversaciones", denunció la dirigenta.
Los funcionarios, entre los que también había profesores, llegaron tras una convocatoria por parte del sindicato, cuyos líderes esta mañana iniciaron un diálogo con los movilizados para terminar con la toma.
Ardiles agregó que la movilización que ya se prolonga por un mes les ha provocado "daño psicológico" como trabajadores "porque llevamos un mes sin trabajar. Ayer un compañero fue golpeado y amenazado con arma blanca. tenemos un estrés laboral impresionante".