Además de destrozos, los manifestantes también escribieron consignas dentro de la Catedral.
UPISANTIAGO.- El Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, expresó el pesar de la Iglesia ante los destrozos ocasionados ayer en la Catedral Metropolitana por parte de manifestantes que participaban en una marcha en favor del aborto y anunció una querella en contra de los responsables.
Al respecto, la autoridad eclesiástica señaló que "frente a lo ocurrido, primero invito a todos los fieles católicos a invocar humildemente el perdón de Dios por las ofensas de esos fanáticos. Una vez más la violencia es la razón de quienes no saben usar la razón. Con Jesús en la cruz pedimos: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen".
"Recuerdo que interrumpieron la celebración de la Santa Misa y profanaron un lugar sagrado, son hechos que revisten una especial gravedad por la intolerancia que suponen y por el agravio a la libertad religiosa y de culto. Esta garantía, derecho fundamental de toda persona, está reconocida tanto en nuestra Constitución Política como en todos los instrumentos internacionales ratificados en nuestro país", agregó.
Asimismo, Ezzati señaló que "como acto de reparación y para tomar conciencia de lo ocurrido, el templo Catedral permanecerá cerrado desde esta noche y hasta el miércoles 31 de julio. A las 12:30 horas de ese día, tendrá lugar una celebración de desagravio a la cual convoco a todos los feligreses de la Iglesia de Santiago".
Además, el sacerdote decretó que en las celebraciones eucarísticas de este sábado y domingo, en cada comunidad "se ore por la Iglesia, por la cordura y la paz de todos los chilenos y de manera especial para que se destierre de entre nosotros toda intolerancia, odio o violencia".
Además, Ezzati recordó que "la Catedral es un lugar abierto al público, declarado Monumento Nacional", por lo que expresó su deseo de que "a futuro podamos gozar del resguardo preventivo al cual tenemos derecho".
Voces Católicas: "Grupos recurren a la violencia para imponer sus ideas"
En tanto, la agrupación Voces Católicas se sumo al rechazo trasversal por el ataque a la Catedral. "La Iglesia condena el aborto y tiene razones para hacerlo y se pueden discutir. En lo de ayer, la razón quedó totalmente fuera", señaló la vocera Paulina Castellón.
"El problema no es de la Iglesia, es de la sociedad como un todo, que no genera las condiciones para que ninguna mujer tenga que pensar en tomar una decisión como abortar. Los mismos grupos que piden diálogo a la Iglesia recurren a la violencia para imponer sus ideas", agregó Carlos Wulf.