SANTIAGO.- Con malestar recibieron los recolectores de basura el acuerdo alcanzado esta madrugada por la dirigencia de la Federación de Trabajadores de Empresas de Aseo, Jardines y Rellenos Sanitarios, autoridades de Gobierno, empresas y municipios.
A su llegada al centro de acopio de Quilicura, su presidente Armando Soto fue duramente criticado mientras comunicaba a las bases los alcances del acuerdo.
"Queremos plata altiro", "Mejoras, ¡ahora!", gritaban los más de 200 empleados, mientras llamaban a mantener a firme la paralización.
Uno de los puntos cuestionados por los manifestantes fue el plazo de un año impuesto en las negociaciones para mejorar sus remuneraciones y la posibilidad de que el trato sea desconocido por el próximo Gobierno.
Cuestionado, Armando Soto culpó a la prensa de jugarle "una mala pasada", debido a que "empezaron a informar cosas que no son".
"Nosotros no firmamos un acuerdo, sino que un comunicado de prensa que establece las reglas por las cuales nos vamos a ceñir", dijo.
Y añadió: "Fuimos claros desde un principio que queríamos entablar una nueva norma para regularizar los sueldos y al cabo de un año equiparar neustros sueldos con el sector público".
Para ello, aseguró, "establecimos dos meses para instalar la mesa y dijimos claramente que nuestros sueldos los aumentaríamos gradualmente".
Sus palabras no hicieron más que agravar la molestia de los trabajadores, que además cuestionaron la legitimidad del acuerdo.