SYDNEY.- El portavoz de la aerolínea Qantas, Luke Enright, explicó esta mañana que la intoxicación de 26 pasajeros en un vuelo que salió desde Chile, pese a que se produjo en el aire, no implicó una amenaza como para realizar un aterrizaje de emergencia o desviar el avión.
Junto con confirmar que todos los pasajeros que se enfermaron eran australianos, el vocero agregó que "ellos supieron, en algún momento mientras volaban, que habían enfermado abordo, por eso pudieron llamar y organizar que las autoridades adecuadas llegaran a recibir al avión y esos pasajeros fueran puestos bajo cuarentena".
La aerolínea informó también que los demás pasajeros fueron aconsejados de estar al tanto de su estado de salud en los siguientes dos días y de buscar atención médica en caso de sentirse mal.
En tanto, el ministerio de Salud del estado de New South indicó que los pasajeros tuvieron vómitos explosivos y diarrea.
Estos signos son compatibles con una infección por norovirus, una causa muy común de brotes de gastroenteritis en Australia y en otras latitudes.
Los pasajeros eran todos residentes australianos y durante el vuelo fueron trasladados a los asientos en la parte trasera del avión, junto al sector de los baños.
La aerolínea informó en un comunicado que los pasajeros eran parte de un mismo grupo y que se sospecha contrajeron su enfermedad gastrointestinal antes de que abordaran el avión Boeing 747 del vuelo QF28 en Santiago.