SANTIAGO.- A los 25 años, Victoria Montenegro (hoy de 38) supo que era hija de ejecutados políticos. También supo que el hombre que la adoptó ilegalmente, Herman Tetzlaf, fue el mismo que la secuestró siendo una bebé.
Y también se enteró que ese mismo ex jefe de un centro clandestino de detención, fue quien asesinó a sus padres biológicos. "Cuando le detuvieron, me dio el arma con la que los mató para que la guarde", relató Victoria en el juicio que en 2012 declaró culpables a los máximo jerarcas de la dictadura argentina (1976-1983) por permitir que bajo su mandato se orquestara una política de secuestro de hijos de guerrilleros y de disidentes al régimen.
Organizaciones de Derechos Humanos estiman que durante este periodo los militares se robaron cerca de 500 bebés, cuyos padres, tras ser torturados o asesinados pasaron a engrosar una lista de 30 mil desaparecidos. Los casos son dramáticos. Decenas de mujeres tuvieron el parto en los centros de tortura para no ver más a sus hijos, los cuales fueron entregados a sus mismos represores o a familias partidarias del régimen para que los adoptaran y cambiaran su identidad.
109 bebés recuperados
Esta semana las dirigentes de Abuelas de Plaza de Mayo -organización que emprendió la tarea de recuperar la identidad de esos bebés, que era sus propios nietos-, anunciaron que un chileno se había convertido en el caso 109 al que había logrado rastrear su origen, vinculando nuevamente a Chile con el lado más sórdido del régimen argentino.
Se trata de Pablo Germán Athanasiu Laschan, secuestrado el 15 de abril de 1976 cuando tenía cinco meses y medio. Hoy, de 38 años, fue encontrado en Buenos Aires. Sus padres Ángel Athanasiu Jara y Frida Laschan Mellado, eran militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que tuvieron que huir a Buenos Aires tras el golpe de Estado en 1973. En esta ciudad se integraron a la guerrilla argentina, por lo fueron detenidos por fuerzas de seguridad que los hicieron desaparecer en el marco del Plan Cóndor.
Como en los demás casos, Pablo Germán fue inscrito con una fecha de nacimiento falsa. Su secuestrador y padre adoptivo se encuentra actualmente detenido por una causa de crímenes de lesa humanidad. El pasado mes abril, accedió a realizarse el examen genético que confirmó su vínculo sanguíneo con la familia Athanasiu Laschan.
"Pablo está conmocionado y ahora hay que darle tiempo, cuidarlo y acompañarlo", explicó Estela de Carlotto, presidenta de la emblemática organización, agregando que el chileno no ha querido referirse públicamente al tema. "Pablo está hoy con su 'mochila' pesada, viendo cómo resolver todo lo que le pasó en la vida. No es fácil", agregó.
Enfrentarse a su verdadera identidad es un golpe sicológico del que lleva años recuperarse, explicó la propia Victoria Montenegro, que nunca se ha avergonzado del cariño que alguna vez sintió por el hombre que había participado en el operativo en el que abatieron a sus padres biológicos.
"Sentí vergüenza cuando supe que era hija de desaparecidos. Me llevó mucho tiempo aceptarlo. No tenía ganas de conocer a mi familia biológica. Pero cuando los tuve enfrente no pude no quererlos. Mis abuelos se murieron buscándome, y no pude darles la felicidad de verme", relató Victoria Montenegro. Y sobre Tetzlaf, agregó. "No lo odio pero cada vez me cuesta más recordar momentos felices de mi infancia".
Francisco Madariaga no tuvo "tanta suerte", ya que sufrió maltratos por parte del represor que lo adoptó. "Una vez, me puso una pistola en la cabeza y la engatilló. Era un psicópata", recordó el joven, quien sólo a los 32 años pudo liberarse tras acudir a la sede de Abuelas de la Plaza de Mayo para hacerse un análisis que corrobora sus sospechas. De esta forma, supo que su padre biológico estaba vivo, además de que éste estaba vinculado a la organización. Su captor recibió 15 años de reclusión y la que creyó su madre por tanto tiempo, cinco.
La vida de Carlos D'Elía también dio un giro en 180 grados cuando detuvieron a los responsables de su secuestro. "A los que yo creía que eran mis padres los llevaban presos y yo, de pronto, me quedé solo. Querían mandarme a Uruguay con mi familia biológica, pero yo no los conocía", relató. Pese a todo, aún ama a la que fue su madre sustituta.
Ella le contó que no podía tener hijos y que su esposo hizo las gestiones para "conseguirle" uno. "Siempre fui criado con mucho amor y, pese a lo que ocurrió, no puedo ir en contra de lo que siento", relató.
Aunque Abuelas de Plaza de Mayo ha recibido múltiples reconocimientos, además de lograr un fuerte vínculo con artistas de toda índole, la organización no ha escapado a los cuestionamientos.
Recientemente un funcionario encargado de las finanzas de la agrupación debió renunciar por una denuncia de malversación de fondos. También su estrecho vínculo con el gobierno de los kirchner, que les ha permitido acceder a beneficios sociales y a cuantiosos fondos económicos, ha sido fuertemente criticado por el uso político de la organización.
De hecho, las Abuelas de Plaza de Mayo se involucraron en una denuncia que resultó ser falsa contra la propietaria del conglomerado Clarín,Ernestina Herrera de Noble, medio de comunicación que ha recibido cuestionamientos de la Presidenta Cristina Fernández por las noticias acerca de su gobierno.
Se acusaba a la empresaria de que sus dos hijos adoptivos correspondían a detenidos desaparecidos, pero tras un juicio que duró 11 años esto fue desmentido por pruebas de ADN.