SANTIAGO.- Pese a que el abogado de derechos humanos, Héctor Salazar, leyó esta mañana un correo en que Ernesto Lejderman descartó la participación directa del ex comandante en jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, en el crimen de sus padres, éste precisó que de todas maneras considera como "cómplice" de este hecho al actual director del Servicio Electoral.
Lejderman tenía dos años cuando sus padres fueron asesinados frente a él por una patrulla militar del regimiento Arica en 1973, tras lo cual fue entregado a un convento por Cheyre mientras se tramitaba su salida a Argentina, donde vivía sus parientes.
"Los acribillaron cerca de la frontera con Argentina. Estaban tratando de cruzar a Argentina porque mi padre era militante. Quería escapar con su esposa, mi madre, y su hijo que era yo", recordó en radio Cooperativa.
"No los detuvieron. Detuvieron a un profesor, a quien torturaron y amenazaron a su familia. Bajo torturas y amenazas obligaron a Luis Ramírez a conducir a los militares donde estaba yo con mis padres. Él los llevó. Fue testigo de que asesinaron a mis padres. Las balas no me dieron de pura casualidad. Me recogieron cuando yo estaba abrazado al cuerpo ensangrentado de mi madre".
En esa línea, señala que "Cheyre era el ayudante principal del jefe del regimiento Arica, Ariosto Lapostol. Cheyre cumplió la orden de llevarme al convento y los militares cumplieron las órdenes de matar a mis padres. Casi me matan a mí. Yo soy un sobreviviente", dijo.
"Hay una complicidad de parte de él. La realidad está ahí. Hay que analizar un poquito. Yo puedo aportar la historia que conozco", agregó. "Él era ayudante del jefe del regimiento Arica desde donde se impartió la orden de asesinar a mis padres", insistió.
Ernesto Lejderman también relató al medio radial el encuentro de 10 minutos que tuvo con Cheyre en 2009, asegurando que éste "no contó nada" y "defendió al jefe del regimiento".
"Cheyre planteó que estaba muy conmovido y que la versión que él tenía era que mis padres se habían suicidado. Yo no le creí nada. No me interesa agredir a nadie. Sería interesante que contara la verdad. Nunca es tarde para decir la verdad", finalizó.
Este hecho no era desconocido, sin embargo volvió a generar polémica luego de que ayer el columnista Carlos Peña cuestionara el silencio de Cheyre en torno a esta situación.