El tribunal decidió levantar el castigo impuesto por Gendarmería a Hans Niemeyer.
El MercurioSANTIAGO.- Por primera vez desde su detención la noche del 30 de noviembre de 2011, este miércoles Hans Niemeyer se sentó en el estrado para declarar ante la justicia.
Esto, luego que los magistrados de Séptimo Tribunal Oral en lo Penal le solicitaran que explicara el episodio ocurrido el pasado de 7 de agosto luego que el personal de turno de la Cárcel de Alta Seguridad hallara en la celda que comparte con otros tres internos, un cuchillo escondido bajo el WC y que según informó la institución, fue reconocido como propio por el sociólogo.
"Si yo hubiera dicho 'ese cuchillo no es mío', es lo mismo que decir 'ese cuchillo es de ellos' con las consecuencias fáciles de prever en la celda a la que tengo que volver y en la que tengo que vivir", detalló el profesional, recalcando que el recinto donde permanece recluido luego de ser condenado una pena de 5 años, "no es un colegio de señoritas, es una cárcel".
"Efectivamente dije que el cuchillo era mío por una sola razón: jamás en mi vida he sido un delator y esta no va a ser la ocasión en la que me convierta en ello", dijo categórico, argumentando que asumió responsabilidad en el hecho "por las reglas internas que rigen en el penal" y cuestionando el actuar de Gendarmería por no llevar a cabo una investigación respecto al incidente.
Lo anterior fue valorado por los jueces, quienes estimaron que no es posible establecer que el arma encontrada pertenciera al profesional, por tanto, levantó la sanción impuesta correspondiente a 20 días sin visitas.
Sobre su huelga de hambre líquida -que comenzó el día lunes 12 de agosto a las 0:00- Niemeyer explicó que fue debidamente comunicada a la institución y a las autoridades correspondientes, enfatizando que fue trasladado hasta la sección de máxima seguridad con su consentimiento puesto que en dicho lugar "existen las condiciones para realizar una huelga de hambre y se puede estar solo y concentrado en lo que estoy haciendo".
Asimismo, aclaró que su protesta no responde al castigo recibido, sino más bien a lo ocurrido en el juicio en su contra donde fue condenado por el delito de infracción a la ley de armas luego que la justicia estableciera que el 30 de noviembre de 2011 instaló una bomba en una sucursal del Banco BCI, en Macul.
Al término de la instancia, su abogado Julio Cortés alabó la actitud del tribunal, enfatizando que ésta "permitió subsanar un importante problema del reglamento penitenciario que permite adoptar sanciones que no resguardan los requisitos mínimos de un debido proceso".
"Nunca se encontró un cuchillo de Hans Niemeyer, sino que en la celda donde él está recluido apareció un cuchillo", concluyó.
Para el viernes, en tanto, se programó una audiencia para revisar la sanción que será impuesta al condenado en relación a la huelga a la que actualmente se encuentra sometido.