Ernesto Lejderman.
La Segunda (archivo)SANTIAGO.- Ernesto Lejderman, cuyos padres fueron muertos por militares en diciembre de 1973, insistió en su creencia que el ex Comandante en Jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, conoce más antecedentes sobre los asesinatos.
"Después de sus palabras de ayer (en el "cara a cara" entre ambos en el programa de TVN "El Informante") estoy seguro. No respondió ninguna de las preguntas que le hice y las esquivó. Su reacción no fue convincente y no le creí", aseveró.
"No tengo pruebas de responsabilidad directa, pero sí estoy seguro de que conoce información", añadió, en una entrevista con el canal CNN Chile.
Lejderman, quien tenía dos años cuando ocurrieron los homicidios, fue trasladado a La Serena y desde allí enviado al convento Casa de la Providencia. Más tarde se reencontró con sus abuelos en Argentina.
Cheyre, quien era entonces teniente en el regimiento "Arica" de La Serena y ayudante del jefe de la unidad, el coronel (R) Ariosto Lapostol, se encargó de las gestiones para el envío del pequeño al recinto religioso.
Cuarenta años después, Lejderman insistió en que aún no se ha establecido toda la verdad sobre la muerte de sus padres, ocurrida a manos de un destacamento del Ejército en el sector de Gualliguaica, en el valle del Elqui.
"La orden de matar a mi papá y mi mamá salió del regimiento Arica. La investigación lo determinó así, y así también partió la mentira", declaró.
En este plano, aludió a la versión entregada por la patrulla que cometió los homicidios, cuyos integrantes afirmaron que el matrimonio se había suicidado con dinamita. "Las mentiras fueron firmadas por el jefe de plaza, quien era el jefe del regimiento, Ariosto Lapostol".
Al mismo tiempo, rememoró los antecedentes entregados por un campesino y un profesor que fueron arrestados y sometidos a apremios en las jornadas previas a los homicidios, quienes entregaron a los militares los datos sobre la ubicación de Bernardo Lejderman y María del Rosario Ávalos.
"Él (Cheyre) era un subordinado, pero con un nivel de jerarquía. Era su ayudante y estaba en comunicación en todo tiempo con Lapostol. La información de dónde estaban mi papá y mi mamá provino del campesino y el profesor que fueron detenidos, llevados al regimiento y torturados", recalcó.
"Creo que él (Cheyre) sabía todo, porque la orden de matarlos partió del regimiento", afirmó.
También hizo notar que durante el proceso judicial que se realizó años después sobre el caso, Cheyre insistió en la versión falsa que entregó la patrulla responsable de los asesinatos, y que no contestó una carta enviada en 2004 con el fin de pedirle que entregara antecedentes sobre las muertes.
"Quien era mi abogado entonces, Héctor Salazar, le planteó una reunión para que nos recibiera. La respuesta fue ninguna, no. Le habría creído ayer a Cheyre si en ese momento, en 2004, me hubiera recibido", añadió.
Lejderman admitió que se sintió "incómodo" durante la emisión de "El Informante" de este martes. "Acepté la invitación como una oportunidad para decir la verdad de lo que pasó y que la mentira se sigue repitiendo", aseveró.
Al mismo tiempo, reveló que el general (R) había solicitado en un principio llegar al programa de TV con un abogado, lo que rechazó.
En el mismo plano, dijo que no esperaba que Cheyre le "pidiera perdón", y manifestó su extrañeza ante uno de los argumentos planteados en el programa. "Me pareció muy raro que dijera que los militares se consideren 'víctimas'" en los casos de derechos humanos".