Gandarillas dijo desconocer los presuntos abusos.
Andrea González, EmolSANTIAGO.- Por casi dos horas atestiguó este jueves la ex directora del Colegio Apoquindo en el marco del juicio oral contra los auxiliares Margarita Villegas y Esteban Moya, imputados de abusar y violar en reiteradas ocasiones a seis menores de Play Group del recinto.
En su testimonio ante el Tercer Tribunal Oral en lo Penal, la mujer -quien estuvo a cargo del recinto educacional por casi 30 años- detalló las funciones asignadas a la pareja, enfatizando que generalmente el hombre se desempeñaba fuera del colegio y regresaba recién cerca de las 13:30 horas.
Asimismo, relató que existía mucha confianza hacia ellos y nunca se les prohibió ir a su casa -ubicada al interior del establecimiento- durante las horas de trabajo. "Habría sido algo inhumano", agregó.
Gandarillas también se refirió al profesor de música, Pablo Díaz, quien fue sindicado por los acusados como sospechoso de las supuestas agresiones, asegurando que tuvo conocimiento de que el docente en ocasiones iba a dejar a algunos alumnos a sus casas después de clases, contradiciendo el relato de éste, quien el martes declaró no haber realizado nunca ése tipo de actividades.
Ante la pregunta de la fiscal oriente Carmen Gloria Guevara respecto a si acostumbraba a hacer ragalos a estudiantes y apoderados, la ex directora enfatizó que en oportunidades lo hacía, pero sólo a los niños, agregando que en una ocasión le obsequió una pelota a una de las presuntas víctimas días antes de la Navidad.
"Él y su familia siempre me traían regalos de sus viajes y por eso lo hice", comentó, añadiendo que incluso los padres del menor constantemente la invitaban a almorzar, pero nunca aceptó. "Gracias a Dios nunca fui, Dios me estaba protegiendo parece", expresó.
Respecto a situaciones de violencia de padres hacia sus hijos, María Eugenia Gandarillas contó que supo de algunos casos que le habían comentado las profesoras, aludiendo específicamente al episodio en que el padre de uno de los menores que habría sido abusado le pegó al interior del colegio.
Sobre el trato que tenía la auxiliar Margarita Villegas con los niños de preescolar, dijo que "siempre la vi que lo hacía con mucho respeto y cariño", apuntando que lo anterior quedaba de manifiesto con la alegría con la que los estudiantes la recibían.
Por último, respecto a los vejámenes enfatizó que sólo se enteró el mismo día que llegó la Policía de Investigaciones (PDI) hasta el colegio, momento en que además supo que el rumor había empezado a circular días antes entre los apoderados.
"Me pareció una falta de lealtad, porque lo lógico era que hayan recurrido a las autoridades del colegio para que trabajáramos en conjunto", dijo, concluyendo que "nunca le di crédito a las acusaciones".