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La dura "pelea" de la patrulla que despega kilos de chicle de los suelos de Santiago

Eduardo Carrasco y Hugo Zapata son dos de los cuatro hombres que retiran casi 90 kilos por mes desde el centro capitalino. Aquí, el detalle de sus "batallas" contra esta golosina.

03 de Septiembre de 2013 | 18:51 | Por Eric Ulloa Morales, Emol

SANTIAGO.- Nueve y cuarto de la mañana. Una oficinista apaga su cigarrillo y lo lanza al suelo, lugar que recibe también el chicle que masticaba. "Ve, recién limpiamos ahí y la gente no entiende", dice Eduardo Carrasco, resignado a que "habrá que limpiar de nuevo".


La acción de la mujer no le sorprende. "Esto es de todos los días", comenta, mientras sigue con su herramienta de trabajo -un palo de escoba con una filosa espátula en la punta- que, pese a lo rudimentario, asegura "ha sido lo más eficaz" en el centro de Santiago.


Al día, Carrasco retira al menos medio kilo de goma de mascar, misma cantidad que sus tres colegas con los que limpia las baldosas de Ahumada, Bandera, Huérfanos, Estado, Puente, 21 de Mayo, Monjitas y parte de Agustinas.


Su faena va desde las 07:00 hasta las 15:00 horas, pero su "batalla" contra la viscosa mezcla negra dura 120 minutos y se concentra en la mañana. "Después, con el calor se ablanda y al rasparla se estira... como chicle", ríe.


Y por cotidiana que sea la escena, el problema es grande: sólo en el centro capitalino se despegan casi 90 kilos al mes, es decir, una tonelada al año. "Es como si los sembraran y nosotros los sacamos de a uno. Son casi cinco minutos raspando", sostiene.


La cuadrilla de expertos lleva cinco años en esto y, pese a que han tratado con líquidos especiales y máquinas, "la espátula no falla", dice Carrasco, a quien a diario se le asigna una calle completa, de muro a muro.


Paciencia


"Uno tiene que trabajar con cuidado con la gente. Muchos ven que estamos raspando y pasan por arriba. Y aunque tenemos cuidado con la herramienta, se enojan y hasta nos han amenazado", cuenta este aseador, que reclama contra "la pobre cultura del chileno".


"Si la gente no botara, no habría que hacer esto. Pero no es por culpa de los chicles", apunta, mientras toma con su guante una masa que en algún momento pudo tener color verde, rosado o blanco, y que ahora es negra, llena de polvo y microbios.


Con la misma paciencia que Carrasco, su compañero Hugo Zapata repite y repite la acción sobre un "rebelde" masticable que se niega a dejar el suelo. "Sacarlos tiene su técnica, porque no es llegar y raspar al lote", dice.


El problema, añade, es que "aunque no nos agachamos, igual se resienten los hombros, la cintura y los codos, pero todo es superable, porque es un trabajo como todos", consciente de que el problema no terminará con espátulas, máquinas ni líquidos.


"La verdad es que cuando uno está adentro, cambia la cosa y se entiende la realidad", reflexiona ante la mirada de su compañero Eduardo Carrasco, quien se confiesa superado -en ocasiones- por la indolencia de algunos.


"Da impotencia que uno esté despegando un chicle y al lado se esté botando otro. ¿Será una burla? Ojalá, algún día se cree una mentalidad de limpieza y pueda cambiar la flojera de quienes prefieren ensuciar sin mirar para el lado", declara.


Mientras esto ocurre, otro oficinista quita de su boca y lanza al suelo el masticable que saboreó, el mismo al que Carrasco, Zapata y compañía seguirán dando batalla.

Facultado para multar

Lanzar un chicle al suelo está considerado una infracción en Santiago, según reza el artículo 1, inciso segundo, de la ordenanza número 77 de aseo comunal.

"Los papeles, boletos, envoltorios de golosinas y gomas de mascar, deberán botarse en receptáculos instalados con este fin en las distintas vías públicas".

La normativa faculta de esta manera al municipio para sancionar esta pegajosa acción. Sin embargo, admiten que es "muy difícil" lograr concretar el castigo. De hecho, no hay registro de infraccionados.

Por este motivo, el municipio ha optado por campañas que apuestan por cambiar los hábitos de la ciudadanía e implementar diversas acciones para fomenten la limpieza en la comuna.

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