Efectivos antimotines de Gendarmería custodian desde el interior el ingreso al penal Cordillera.
Álex Valdés, El MercurioSANTIAGO.- La policía mantenía esta madrugada la vigilancia en los alrededores del penal Cordillera, situado en avenida José Arrieta, al oriente de Santiago, mientras se conocían informaciones que descartarían un próximo traslado de los internos desde ese centro penitenciario.
El antecedente fue entregado por autoridades de Gendarmería cerca de las 00:22 hora.
Más temprano, el comandante Miguel Jara, de la Prefectura Cordillera de Carabineros, describió la situación en el sector como "absolutamente tranquila y normal".
Durante la noche, un grupo pequeño de manifestantes ligados a organizaciones de derechos humanos y vecinos del sector, acompañados por el cantante y candidato a diputado humanista Florcita Motuda, se congregaron frente a la entrada del penal.
Movimiento de vehículos
La tensión se elevó cerca de las 23:00 horas del viernes, cuando tres vehículos particulares abandonaron el interior del recinto penitenciario. Dos automóviles y una camioneta cruzaron la entrada del muro perimetral y abandonaron rápidamente el sector.
De acuerdo a trascendidos, los vehículos trasladarían a familiares de los diez ex militares recluidos en el penal.
Minutos antes de la medianoche, en tanto, un cuarto vehículo, un todoterreno salió del centro penitenciario. Fue atacado con huevos y elementos contundentes por integrantes del grupo que se congregó fuera del penal, quienes lanzaron consignas.
La policía uniformada resguarda el perímetro con vallas papales y controla el tránsito en el sector.
Durante la tarde, José Maldonado, presidente de la Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios (ANOP), señaló que "ningún interno del Penal Cordillera estaría incapacitado para enfrentar un posible traslado".
Si bien miembros de la institución reconocieron que parte de los ex uniformados que cumplen condena en el recinto de La Reina tienen problemas de salud, el uniformado reiteró que ya está todo listo a nivel logístico para enfrentar el cambio de centro penitenciario.
Los primeros antecedentes señalan que los ex militares condenados por violaciones a los derechos humanos serían enviados al penal de Punta Peuco, en Tiltil, al norte de Santiago.
Fue la tarde del jueves cuando el Presidente Sebastián Piñera anunció el cierre del cuestionado penal.
"El Gobierno, tomando en cuenta tres principios, el de igualdad ante la ley, seguridad de los internos, y el normal y más eficiente funcionamiento de Gendarmería, ha decidido el cierre del centro y el traslado de los internos al Penal Punta Peuco", argumentó.