SANTIAGO.- El Presidente Sebastián Piñera, junto a la ministra de Justicia, Patricia Pérez, encabezó este miércoles la ceremonia de firma del proyecto de ley de Reforma Integral al Sistema de Adopción, el cual buscará "fortalecer la familia" y poner en "primera prioridad el interés superior del niño”, según remarcó el Mandatario.
Durante la cita desarrollada en el Salón Montt Varas del Palacio de Gobierno, el jefe de Estado explicó que "la adopción es una forma distinta de ejercer la paternidad y la maternidad, y de ofrecerles o proporcionarles a muchos niños una familia, de la cual inicialmente, por distintas razones, o carecían o estaba en grave riesgo".
Por ello, Piñera sostuvo que "era útil y necesario, dentro de esta agenda pro-vida y pro-familia, revisar la Ley 19.620, que es la que regula el proceso de adopción y que ya cumplía 14 años de funcionamiento, particularmente porque habíamos detectado que la Ley producía una enorme dilatación en los juicios y, por tanto, el principal perjudicado con esas dilaciones y tiempos excesivos eran los niños".
Como ejemplo, el gobernante retrató que "actualmente los niños y niñas e incluso adolescentes que esperan ser adoptados en algunas de las instituciones acreditadas, están en promedio 2 años y 15 días en esas instituciones".
Por ello, precisó que uno de los objetivos de la nueva ley es acortar ese plazo, "de forma tal de permitir que el proceso sea más rápido y que el niño se encuentre lo antes posible con la nueva familia que lo va a acoger, querer, amparar y acompañar".
En los últimos 13 años, más de 7 mil niños han sido adoptados en nuestro país. Solamente el año pasado se registraron más de 600 adopciones, donde el 83% de los niños fue adoptado por familias residentes en nuestro país.
En este contexto, el Jefe de Estado planteó la necesidad de tramitar a la brevedad esta iniciativa legal. "Espero que el Congreso lo pueda aprobar con rapidez, porque hay muchos niños que van a mejorar su vida y la posibilidad de realizarse en plenitud con este nuevo proyecto, que es una ley moderna, que pone al niño en el centro de las preocupaciones y coloca a Chile a la vanguardia en materia de procesos de adopción".
El proyecto establece a la adopción como una medida destinada a restituir el derecho a vivir en familia a aquellos niños, niñas y adolescentes declarados judicialmente adoptables, confiriendo al adoptado el estado civil de hijo o hija respecto del o de los adoptantes.
Asimismo, instaura dos procesos independientes y sucesivos: en primer lugar, uno de adoptabilidad y, luego, un procedimiento de adopción. De igual modo, se amplían las causales para declarar la adoptabilidad, ya que actualmente existen dos: abandono e inhabilidad física o moral. Estas son:
A. Entrega voluntaria del padre o madre.
B. Filiación no determinada.
C. Orfandad.
D. Abandono por parte del padre o madre.
E. Incapacidad mental del padre o madre.
F. Consumo problemático de drogas o alcohol del padre o madre.
G. Maltrato físico o psicológico grave por parte del padre o madre.
H. Comportamiento negligente y exposición al riesgo por parte del padre o madre.
I. Permanencia del menor superior a 6 meses en programas de acogida, sin causa justificada.
J. Cualquier otra causa justificada que exponga al menor a una vulneración grave de sus derechos.
De acuerdo a la iniciativa, toda persona adoptada mayor de edad tiene derecho a conocer sus orígenes, por lo cual podrá solicitar la información correspondiente al Servicio Nacional de Registro Civil e Identificación. Para ello, deberán ser asesorados por el Servicio Nacional de Menores o por el organismo acreditado que tramitó su adopción.
También se regula la "adopción por integración", para aquellos casos en que el cuidado personal lo ejerce el padre o madre biológica, quien junto a su cónyuge desean integrarlo como hijo o hija del matrimonio, estableciendo normas especiales para este tipo de casos.
Del mismo modo, se instaura la "protección intrafamiliar", la cual establece entre un menor de edad y la persona que ejerce o desea ejercer su cuidado personal, los derechos y obligaciones recíprocos que existen entre padres e hijos, pero sin romper el vínculo que existe entre el niño, niña o adolescente y el progenitor que deja de ejercer el cuidado personal sobre él o ella.