SANTIAGO.- Desde primera hora de este miércoles, el buque madre "Almirante Merino" comenzó su trabajo de rastreo del fondo marino en la zona que pudo cubrir la avioneta Cessna 172, desaparecida entre Isla Mocha y Tirúa.
Así lo confirmó a Emol el jefe del Estado Mayor de la III Brigada Aérea de Puerto Montt, coronel Alan Mejías, quien indicó que los sonares de la embarcación realizan "un mapeo en perpendicular a la costa y en la dirección que habría llevado" el aparato para aterrizar en Tirúa.
"Está desde muy temprano trabajando en la zona y se suma a las tres embarcaciones que están desde el comienzo", indicó la autoridad naval, explicando que estas labores serán complementadas con otro sonar móvil, "que hará un monitoreo lateral".
El coronel añadió que durante las próximas horas debiera incorporarse también el robot submarino OF II, que puede sumergirse hasta 500 metros, que estará focalizado principalmente en la zona donde el martes fue avistada una mancha de combustible.
"Los equipos no se han movido de ese sector", afirmó Mejías, en línea con la presunción de las autoridades respecto a que la avioneta, piloteada por el experimentado Mario Hahn, habría capotado.
En cuanto a las operaciones aéreas, el jefe del Estado Mayor de la III Brigada aseguró que continúan "hacia y en torno a la isla" a cargo de dos aviones DHC-6 Twin Otter y dos helicópteros Bell UH-1H y Bell 412, apoyados por uno de la Armada y otro de Carabineros, así como por un avión Lear Jet LR-35 de la FACh.
Rastreo terrestre
Mejías además reiteró que se ha reforzado el patrullaje en tierra, respondiendo así a la insistencia de familiares de los extraviados que exigían dar prioridad a la búsqueda en quebradas al sur de Tirúa.
"Se está en coordinación -para cubrir todos los sectores- con 30 efectivos USAR de Bomberos, 40 del Regimiento Caupolicán, otros 20 militares y 15 miembros del Grupo de Operaciones Policiales Especiales, GOPE de Carabineros, todos especialistas en rastreo terrestre", señaló, añadiendo que también participan la Onemi, PDI y el equipo de búsqueda y rescate con perros, K-SAR.
Ayer, parientes y amigos de los ocupantes cinco ocupantes de la aeronave expresaron su molestia en contra de las autoridades, por considerar que estaban desestimando tres testimonios de lugareños que aseguraban que la tarde del domingo sintieron un estruendo que puede asociarse a un eventual impacto en tierra.
Restricciones
El coronel Mejías, por último, confirmó que se dispusieron restricciones en el aeródromo de Tirúa, centro de operaciones de la búsqueda, debido al gran número de contingente que participa en las labores.
"Se limitó el ingreso de familiares. Ahora sólo es para cuatro familiares directos por pasajero, primero, para mejorar el contacto con ellos y, segundo, porque dificultaba la coordinación de los trabajos", afirmó.
No obstante, agregó que habrá apoyo psicológico y de contención emocional para sobrellevar la angustia de los parientes, a tres días de la desaparición de la avioneta.