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Santiago: Sábado 16 de noviembre del 2024 | Actualizado 01:30
SANTIAGO.- En el Hotel Fundador de Santiago se encuentran reunidos a esta hora el grupo de peritos a cargo del análisis de los resultados obtenidos tras la exhumación de Pablo Neruda en el marco de la investigación judicial que encabeza el ministro Mario Carroza.
El encuentro -que comenzó a las 9:30 horas de este martes- se lleva a cabo a puertas cerradas y sin la presencia de los intervinientes que buscan esclarecer si el poeta falleció producto del avanzado cáncer metastático que padecía o bien por un envenenamiento o sobredosis de medicamentos, como sostiene su ex chofer Manuel Araya.
"Esperamos que el panel de expertos llegue a buenas conclusiones, sin embargo, una vez conocidos sus acuerdos, de todas maneras pediremos nuevas diligencias para establecer si se encuentran restos de gas zarín o rastros de toxina botulínica", detalló a Emol el abogado de la familia y sobrino del vate, Rodolfo Reyes.
"Claramente este es un avance, pero todavía estamos a la espera de los exámenes de ADN para ratificar que los restos óseos efectivamente correspondan a Neruda", continuó.
El cuerpo del escritor -quien falleció el 23 de septiembre de 1973- fue exhumado en abril luego que Carroza, tras revisar los informes de especialistas de la Universidad de Chile y del SML, concluyera que era factible realizar dicha diligencia a pesar del tiempo transcurrido.
Las dudas sobre la causa de muerte del Premio Nobel surgieron luego que su ex chofer sostuviera que tenía sospechas de que el vate podría haber sido envenenado cuando estuvo internado en la Clínica San María.
Por lo anterior, el magistrado ordenó tomar contacto con los médicos que atendieron al poeta durante su paso por el recinto hospitalario, además de una serie de declaraciones que incluyó el testimonio del médico cirujano Sergio Draper Juliet (70), quien estuvo a cargo del tratamiento que siguió Neruda antes de su muerte.
También se enviaron muestras a laboratorios de Carolina del Norte, en Estados Unidos, y de la Universidad de Murcia, en España, para ser sometidos a exámenes toxicológicos y determinar la eventual presencia de sustancias que hubiesen desencadenado su muerte.
En tanto, las pruebas realizadas en el país por el Servicio Médico Legal a los restos del premio Nobel ya concluyeron que el poeta efectivamente padecía de un cáncer de próstata avanzado.
