SANTIAGO.- Alprazolam, Clorazepam, Clonazopan y Lorazepam, son los fármacos antidepresivos, prohibidos por la Ley 20.000 (de Drogas), que más se venden en las ferias libres de la capital y también en Internet, en lo que constituye un gran mercado negro de estos medicamentos.
Así lo señala la subcomisario Amalia Neira, de la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural (Bidema), de la PDI, quien afirma que dichos remedios -que se venden sólo bajo prescripción médica- son los que más han incautado los oficiales de su unidad en lo que va de este año.
"La mayoría de los decomisos se han producido en las ferias libres de las comunas de Huechuraba, Peñalolén, Pudahuel, La Florida, San Joaquín, Independencia, Recoleta y El Bosque", informa la oficial.
Pero también existe la venta por Internet, particularmente de fármacos para adelgazar. "Si se descubre la venta de fármacos prohibidos, se da cuenta al Ministerio Público y ellos deciden si amerita o no una investigación más acuciosa y como son medicamentos prohibidos por la Ley 20.000, se puede usar la técnica del agente revelador", sostiene la también subcomisario Katherine Crot.
Pese a ello, la oficial asegura que la principal detección es en las ferias libres, "donde se genera un comercio mucho más amplio de remedios, desde Mentholatum hasta fármacos prohibidos en la Ley de Drogas".
Perfil del comprador
De acuerdo a las investigaciones realizadas por la PDI, los perfiles de quienes adquieren estos productos está dado no sólo por la plataforma que utilizan, sino que también por la cantidad y la especificidad.
Por ejemplo, sostiene la subcomisario Crot, "el comprador por Internet es la persona que busca en específico un tipo de medicamento, que no se vende en farmacias establecidas sin receta y la única forma que tienen para adquirirla es a través de la venta ilícita".
En cambio, el comprador de las ferias libres es aquel que busca el medicamento que puede usar toda la familia o que necesita adquirir también sin receta, pero a un precio mucho menor que el original.
Píldoras robadas
De acuerdo a las estadísticas de la Bidema, entre enero y octubre de este año se han decomisado 4.803 dosis de antidepresivos, de los cuales 1.197 son Alprazolam, 56 Clonazepan, 2 Clotrazepan y 452 Lorazepan, todos prohibidos por la Ley de Drogas, a menos que sean vendidos en farmacias establecidas y con receta médica. Todos los fármacos fueron remitidos al Instituto de Salud Pública (ISP).
Asimismo, unas 10 personas han sido detenidas en los operativos y se ha establecido que en la mayoría de los casos, los remedios han sido robados desde camiones repartidores o de otro tipo de vehículos que se usan para el mismo fin.
También se han registrado robos de pastillas a visitadores médicos, las que después son vendidas en el comercio ilegal, donde su precio puede ser hasta un 50% menor a lo que se vende en las farmacias. A ello se suma que no se exige receta médica alguna para su entrega.
Los riesgos
Guisela Zurich, la jefa del Departamento Anamed (Agencia Nacional de Medicamentos) del ISP sostiene que el comprar medicamentos en ferias libres tiene serios riesgos.
"Una persona que consume alprazolam, por ejemplo, sin que se lo hayan recetado, puede tener problemas de sueño, posiblemente no va a podrá conducir un vehículo, o puede sufrir intoxicación o problemas cardiovasculares que son propios del medicamento", dice.
A ello se suma la posibilidad de que el medicamento no sea el que se está ofreciendo, o sea que en la caja puede decir un nombre y en realidad el fármaco sea otro.
"Si una persona recibe una receta de parte de un médico es por la patología que tiene. Pero si no tiene nada, no puede ser que se automedique y además remedios que se venden en la feria", enfatiza la profesional.