SANTIAGO.- El año pasado y con una ponderación del 10% se aplicó por primera vez el ranking de notas escolares como factor de selección para las universidades. Una encuesta aplicada precisamente a los alumnos con los que debutó la medida mostró una división casi milimétrica en torno al tema: mientras el 49,9% de los consultados afirmó que se trata de una medida justa, el 49,6% sostiene lo contrario.
El sondeo, realizado por el Programa de Estudios Sociales y Desarrollo de la U. Católica de Valparaíso, y que publica El Mercurio este sábado, consideró a 7.776 jóvenes de todo el país que rindieron la PSU en diciembre pasado y obtuvieron en ella más de 500 puntos. La mayor parte de ellos se encontraba, hasta inicios de este mes, realizando estudios superiores.
La opinión general sobre la justicia del ranking varía dependiendo del género y el colegio de egreso: mientras el 52% de las mujeres está a favor de él, la mayoría de los egresados de colegios particulares subvencionados también lo apoya.
Sobre el impacto que la medida tuvo en su propia postulación, la mitad de los encuestados reconoció que la aplicación del nuevo factor de selección aumentó su puntaje, aunque ello no se tradujo necesariamente en el ingreso a la carrera que deseaban. El 29% afirmó que sufrió un perjuicio, aunque en algunos casos lograron entrar a lo que querían.
Tres de cada seis consultados afirmó, además, que creen que el ranking perjudica a los liceos emblemáticos o a los que son más exigentes.
"Hay que esperar a lo menos unos cuatro años para ver bien lo que sucede y tener una mejor idea de cuál es la influencia que puede tener el ranking de notas. Hay que ver qué pasará con quienes entren a primero medio el próximo año", sostuvo el director del Programa de Estudios Sociales y Desarrollo de la UCV, Fernando Alvarado.
La mayoría de los estudiantes discrepó, además, de la idea de que el esfuerzo en la enseñanza media asegura un buen rendimiento en la educación superior.
En cuanto a la situación actual de los jóvenes -la encuesta se aplicó entre el 19 de octubre y el 2 de noviembre-, el 71% estaba cursando una carrera de educación superior. Del grupo restante, la mitad lo hizo por razones vocacionales y solo el 12% debió dejar los estudios por razones económicas.
"Hoy el factor vocación es más fuerte y los que más se cambian son los egresados de colegios particulares. Yo hago clases en primer año y muchas veces les pregunto a los alumnos por qué ingresaron a la carrera. Muchos entran sin saber por qué están ahí", afirmó Alvarado.
Entre quienes siguen estudiando, hay satisfacción por la decisión que tomaron: el 89% está contento con la institución que escogió.
Además, el 85% dice que el apoyo de su familia es fundamental para explicar el rendimiento que han logrado en el primer año de educación superior. Sobre sus pares, el 74% considera que contar con un grupo de estudio también es importante.Mirada crítica a conducta de los escolares.
Los estudiantes consultados por el Programa de Estudios Sociales y Desarrollo de la UCV fueron críticos respecto del comportamiento escolar. El 80%, por ejemplo, sostuvo que los alumnos no respetan a sus profesores, cifra que sube a casi 85% en el caso de quienes egresaron de liceos municipales.
Los encuestados afirmaron, además, que los docentes que tuvieron en el colegio dominaban las materias que enseñaban. Además, cuatro de cada cinco sostuvieron que la principal causa de los malos resultados de los establecimientos en el Simce o la PSU es la falta de esfuerzo o motivación de los alumnos.