ANTOFAGASTA.- La Fiscalía Local de Antofagasta obtuvo una sentencia de condena en contra de Cristián José Juica Ossandón, de 44 años, quién fue encontrado culpable por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Antofagasta, por tres delitos de homicidio simple.
El individuo fue acusado de no prestar oportuna ayuda en un incendio que se produjo en la casa del grupo familiar, donde su conviviente, una hija de ésta, de 14 años, y un hijo en común de cinco años de edad perecieron.
El hecho se produjo en julio del año pasado de madrugada, en la casa que la pareja compartía en el pasaje Río Camarones, Población Cerro Pedregal. El origen del fuego no pudo ser establecido y por ello durante el juicio oral el debate se centró respecto a sí el imputado prestó o no ayuda a sus familiares.
En su relato, el imputado dijo que dormía en el segundo piso de la casa junto a su pareja, cuando ésta lo despertó diciéndole que había olor a quemado. Él bajó a investigar y según su propia declaración prestada en el juicio oral, luego de renunciar a su derecho a guardar silencio, en la mitad de la escalera advirtió que había fuego en el primer piso y habría gritado hacia arriba advirtiendo de la situación a sus cercanos.
Acto seguido, bajó al primer piso y entró y salió varias veces de la casa. En paralelo vecinos del sector que acudieron al lugar luego que escucharan los gritos de auxilio de las personas que estaban arriba, la conviviente del imputado, dos hijos en común y una hija de la mujer.
De los familiares que estaban en el segundo piso, solo la menor, de entonces dos años, logró bajar hasta el primer piso y allí fue vista llorando por vecinos, los que le gritaban al dueño de casa que salvara a su familia.
Juica Ossandón dijo que en todo momento intentó salvar a su familia pero que no pudo hacer más. El tribunal consideró que el hecho que saliera y entrara varias veces de la casa, rechazando la ayuda ofrecida por vecinos y negara que al interior de la casa hubieran más moradores, es un hecho objetivo que no hizo todo lo que estaba a su alcance para salvar a sus familiares, sobre los cuales tenía posición de garante, esto es, estaba en la obligación jurídica de socorrerlos.
Los sentenciadores estimaron que los dichos del acusado resultaban inverosímiles, lo cual sumado a la contundencia y coherencia de la prueba de cargo, llevaron a ese tribunal a dictar sentencia de condena por tres delitos de homicidio simple.
En este juicio tomaron parte varios fiscales, Carlos Lillo tuvo a su cargo la investigación, luego el persecutor Patricio Martínez presentó la prueba en el juicio y a la lectura del acta de deliberación concurrió el fiscal David Cortes.
La pena que se aplicará al condenado, será leída en una audiencia a realizarse en el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Antofagasta, el próximo miércoles 27 de noviembre, a las 18:00 horas.