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Santiago: Jueves 21 de noviembre del 2024 | Actualizado 12:10
SANTIAGO.- Michelle Bachelet Jeria se transformó este domingo en la séptima ex Presidenta en lograr un segundo periodo en toda la historia republicana del país, algo solamente conseguido por José Joaquín Prieto, Manuel Bulnes, Manuel Montt, José Joaquin Pérez, Arturo Alessandri y Carlos Ibáñez del Campo.
La Presidenta Electa logró mantener la enorme popularidad que alcanzó en su primer gobierno, y tras su paso por ONU Mujeres, donde ejerció como Directora Ejecutiva hasta 2012, aceptó el desafío de competir nuevamente por el sillón de O'Higgins.
El 27 de marzo de 2012, regresó desde Nueva York y anunció su decisión de ser candidata presidencial, convocando a la formación de una "Nueva Mayoría", concepto que reemplazó a la Concertación y que reunió por primera vez desde demócrata cristianos a comunistas.
De este modo, logró formar una amplia alianza reunida en torno a su figura y con un programa que se centró en tres principios: Reforma Constitucional, educación gratuita y de calidad y reforma tributaria, los cuales la llevaron a imponerse en las primarias de la oposición el 30 de junio pasado y en la primera vuelta de las presidenciales el mes pasado.
Su historia personal, marcada por su paso por el centro de detención Villa Grimaldi durante la dictadura volvió a hacerse presente en estos comicios, debido a las coincidencias con la abanderada de la Alianza, Evelyn Matthei: Sus padres fueron oficiales de la Fuerza Aérea, pero mientras el de Bachelet fue detenido y torturado, el de Matthei fue parte del gobierno militar.
Tras sufrir los mismos apremios que su padre, la ex presidenta vivió exiliada en la República Democrática Alemana (RDA) en 1974.
Ya de vuelta en el país, obtuvo su título de médico cirujano y ganó una beca para cursar la especialidad de Pediatría.
Bachelet comenzó su ascenso en política el año 2000, cuando el Presidente Ricardo Lagos la nombró ministra de Salud y le ordenó acabar en 90 días con las largas e históricas esperas en la atención primara.
Todos creyeron que fracasaría y que Lagos nombraría en el cargo a su amigo y vecino, el médico Hernán Sandoval. Pero Bachelet cumplió su misión y se convirtió en una de las miembros del gabinete con mayores índices de adhesión. Tiempo después, fue nombrada ministra de Defensa, transformándose en la primera mujer en llegar a ese cargo. Desde ese momento nunca más retrocedió en las encuestas.
En 2006, se transformó también en la primera mujer en llegar a La Moneda, en una elección en la que se impuso con comodidad al actual Presidente Sebastián Piñera. Tras su mandato, abandonó el poder con una popularidad de un 84%, pese a los problemas que enfrentó con la implementación del Transantiago, la crisis en la educación y los duros cuestionamientos por el rol que jugó durante el terremoto y tsunami del 2010.
El 11 de marzo Bachelet, de 62 años, atea y madre de tres hijos, regresará a La Moneda con una ambiciosa propuesta de cambio, pero también con un enorme desafío, manejar las altas expectativas que ha generado.
Con un Congreso favorable, a la Mandataria se le exigirá concretar sus promesas más importantes, como gratuidad en educación y reforma tributaria. El problema está en que este segundo mandato se da en un contexto de caída en el crecimiento económico. La evaluación, en todo caso, se hará el 2018, cuando terminen sus cuatro años en el sillón presidencial.
