SANTIAGO.- Ocho sacerdotes de la provincia de Ñuble se encuentran bajo investigación de la Iglesia tras el surgimiento de antecedentes que revelarían que participaron de fiestas con jóvenes de la periferia de la ciudad, en las cuales habrían incurrido en conductas impropias.
Según señaló radio Bío-Bío, los hechos quedaron al descubierto en el marco de la investigación del crimen del cura puertomontino Cristian Fernández Fletá, quien en abril de 2009 fue encontrado muerto en su domicilio, con 16 puñaladas en el cuerpo.
La indagatoria llevó a la detención de Elías Cartes Parra, quien en marzo de este año fue enviado a prisión preventiva, acusado de ser el presunto autor del asesinato.
Sin embargo, el imputado, que será absuelto y dejado en libertad, alegó inocencia y dio a conocer antecedentes sobre conductas homosexuales con jóvenes del grupo de religiosos.
Cartes señaló que una semana antes del homicidio, él había abandonado la casa que arrendaba con su polola al cura Cristián Fernández, lo que explicaría por qué en el baño del lugar se encontró una gota de sangre que fue utilizada como prueba para acusarlo originalmente.
Además, según su relato, cuando aún vivían en la casa, el cura viajó a Chillán y pidió alojamiento a los jóvenes arrendatarios, momento en que ellos descubrieron manifestaciones homosexuales y cercanía con la delincuencia por parte del sacerdote, hecho que los motivó a dejar esa casa.
Siguiendo esta línea de investigación, la PDI descubrió antecedentes y testimonios que revelaron la conducta de la víctima y otros sacerdotes, los cuales organizaban fiestas privadas con jóvenes de escasos recursos para mantener relaciones sexuales.
Estos y otros antecedentes fueron conocidos en la última audiencia del 13 de diciembre, donde se volvieron a analizar las pruebas en contra del único imputado, agregó el medio radial.
Una semana más tarde Cartes fue absuelto de todos los cargos, ya que se determinó su inocencia, pero esto requirió de muchos análisis y peritos, indicó su abogado Giovani Gotelli.
Frente a estos testimonios, el Obispado de Chillán solicitó los antecedentes al tribunal y, en caso de que se determine que los párrocos faltaron al celibato, podrían ser sancionados con la suspensión permanente, aseguró Carlos Pelegrin, obispo de la Diócesis de Chillán.