Monseñor Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago.
Felipe González, El Mercurio (archivo)SANTIAGO.- El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, reiteró el "profundo respeto" que siente por el dolor sufrido por las víctimas de abusos como los relacionados con el llamado caso Karadima, que consideró como "lo más grave que le ha pasado a la Iglesia en Chile en las últimas décadas, y más que décadas".
En este plano, enfatizó que lo que la Iglesia Católica está "poniendo las bases objetivas para que, ojalá, este desastre no suceda nunca más".
Monseñor Ezzati recordó que se había reunido varias veces con las víctimas del caso. "Entiendo y comprendo y no hago ningún juicio con respecto a lo que son los sentimientos de las personas que han sido víctimas de este o de otros casos", señaló, en una entrevista concedida al noticiario "Teletrece Noche" de Canal 13.
"Las víctimas tienen que ser siempre los primeros destinatarios de la acción de la acción misericordiosa de la Iglesia", añadió.
No obstante, indicó, "también con mucho respeto, el invitarlos una vez, dos veces, siento que muchas veces puede ser una presión indebida. Creo que cada uno de ellos tiene derecho a sentir el dolor que siente y también tienen la posibilidad de sentir que la Iglesia no es el arzobispo, la curia, sino una cantidad de personas. Y yo sé que hay muchos sacerdotes que han estado en contacto con ellos".
"Les tengo mucho respeto. No comparto algunas de las afirmaciones que ellos han hecho, porque no corresponden a la exactitud de las cosas", agregó.
"Tengo un profundo respeto hacia su dolor, tengo una profunda aversión a lo que ha sucedido. Creo que es lo más grave que le ha pasado a la Iglesia en Chile en las últimas décadas, y más que décadas", admitió.
El Papa Francisco y la renovación de la Iglesia Católica
En otro plano distinto, Monseñor Ezzati destacó la figura del Papa Francisco, en cuanto a actuar "de acuerdo al Evangelio, pero también con el corazón y el oído muy atentos a lo que le pasa a la gente en América Latina".
También recordó que el mensaje de Aparecida "habla de la renovación de la Iglesia, a partir de la conversión interior que es dirigir más decididamente los pasos hacia la persona y el mensaje de Jesucristo, y a dirigir la mirada y el camino hacia las periferias culturales y humanas que la gente está viviendo".
"Una Iglesia que a través de muchos años va institucionalizándose, como es normal en toda institución humana, necesita justamente renovarse no en su estructura primero, sino en su interioridad, en su vocación más profunda, mirando a Jesucristo y mirando a la gente", agregó.
"Sin duda esto ha constituido una novedad para la Iglesia universal, acostumbrada, tal vez, a la visión de un Papado más formal, con un lenguaje más académico", expresó.
Del mismo modo, se declaró "totalmente en sintonía" con el Pontífice en cuanto a la prevención frente a postulados que defienden que el mero crecimiento económico logra producir por sí solo equidad y mayor inclusión social.
En este plano, recordó que en septiembre pasado los obispos de Chile emitieron una pastoral que habla "del verdadero desarrollo al cual el país está llamado".
"Ese desarrollo auténtico no está en que algunos crezcan o en que las cifras crezcan, sino en que todas las personas crezcamos en todos los ámbitos. No basta el ámbito económico o las estrategias materiales que, sin embargo, son necesarias. Son un bien y no una cosa mala", consideró.
"El Papa toca ese aspecto en lo económico, y de parte de algunos le ha merecido que digan que fuera un 'marxista'. Y el Papa responde claramente: yo he conocido al marxismo muy de cerca y sé que las expresiones que digo no son del marxismo, sino que provienen de la esencia misma del Evangelio, porque el Señor nos ha creado a imagen y semejanza suya y todos estamos llamados al más pleno desarrollo de nuestras personas", enfatizó.
Monseñor Ezzati también reiteró que el Pontífice ha indicado que en el momento en que realice una visita a su país natal, es posible que se produzca también su llegada a Chile.