Abusos: Fiscalía dice que jueces no garantizan protección a niños víctimas y cuestiona criterios

SANTIAGO.- "Enfrentar un proceso judicial nunca ha sido fácil y nuestra labor es acompañar a las víctimas durante su paso por esta etapa penal", explica la jefa de la Unidad de Atención de Víctimas y Testigos de la Fiscalía Centro Norte, Cecilia Frei, destacando que uno de los grandes esfuerzos de su jurisdicción se ha centrado en la contención de menores que han sufrido delitos sexuales.

Lo anterior, aludiendo a que específicamente en este tipo de hechos, el 70% de las víctimas corresponde a niños, casos que incluso durante los últimos años han sido masivamente publicitados por los medios de comunicación, entre ellos, el denominado Caso Orellana que finalmente resultó desfavorable para dicha Fiscalía luego de tres juicios en contra del ejecutivo del Banco Central acusado de violar a sus tres hijas entre 2009 y 2010, cuando tenían tres, cuatro y nueve años de edad.

"Tras denuncias de este tipo, nuestro rol es apoyar a los fiscales en el cumplimiento de dar contención y protección a los menores y evaluar su situación en términos si el niño requiere o no algún tipo de terapia reparatoria", detalla en conversación con Emol, argumentando que "una vez revelado el hecho, es bastante traumático, tanto para la víctima como para su familia, conocer lo que van a enfrentar en materia penal".

"Dicho trabajo de contención contempla evitar una revictimización, sin embargo, es difícil pensar en un proceso penal que no lo sea, siendo nuestra tarea que eso sea lo menor posible", continúa la abogada, detallando que para sostener una investigación judicial "se requiere que la víctima preste declaración al menos una vez y que se someta a diversas diligencias".

Esto, porque actualmente -según explica Frei- "los jueces establecen ciertos estándares que nos exigen tener pruebas como peritajes en casos en que, incluso -de acuerdo a mi opinión- no son tan  necesarios".

Innecesaria declaración de víctimas en juicio

"Lo mismo sucede con la declaración de los niños en el juicio. Existe la creencia sobre que es imposible un proceso judicial sin la declaración de la víctima, lo que -a mi parecer- no es así", afirma, mencionando que son los jueces quienes en muchas oportunidades no entregan medidas de protección para que los niños testifiquen de la mejor forma posible.

Y recuerda: "En uno de nuestros casos en que un niño víctima de abuso sexual reiterado por parte de su padre intentó atestiguar ante el tribunal, éste nos negó cualquier tipo de protección, lo que significó que la víctima debía hacerlo en el estrado y mirando cara a cara al imputado. Frente a esa situación, como Fiscalía decidimos no presentar al menor porque preferimos un resultado adverso en términos jurídicos antes que exponerlo a una vulneración mayor. Finalmente, el veredicto fue absolutorio y una de las razones que tuvo el fallo como argumento es que no se contó con la declaración de la víctima".

Dicha causa, agrega Cecilia Frei, deja en evidencia "la contradicción en la que nos encontramos porque la justicia quiere que los niños declaren, pero no entrega ninguna garantía para que ellos lo hagan".

En la misma línea, la profesional reafirma que "para nosotros lo más importante es que, pase lo que pase, la víctima entregue su testimonio en un escenario donde haya pleno respeto hacia sus garantías y sus derechos, pero lamentablemente esa decisión no depende del Ministerio Público".

Dicho contexto implica que el niño relate los hechos materia de la acusación en una sala aislada y en ocasiones, acompañado de perros adiestrados para este tipo de situaciones, lo que disminuye el estrés del afectado al momento de recordar momentos traumáticos.

Frei también cuestiona el criterio que han adoptado los tribunales respecto a que para ellos, un niño mayor de 9 años está en condiciones de declarar en un juicio sin medidas de protección. "Eso es muy grave, porque estiman que un menor de 12 años ya es grande y por consiguiente, puede atestiguar en audiencia".

"Con esto nos damos cuenta que los jueces son poco garantes de sus derechos y nuestra obligación es garantizarlos, así como proteger su dignidad, su intimidad y privacidad", analiza, concluyendo que frente a estas situaciones, la Fiscalía seguirá priorizando el bienestar de las víctimas antes de lograr un fallo condenatorio.

"Nunca vamos a poder garantizarles que vamos a ganar un juicio, pero ellas saben que nosotros nos vamos a jugar con todo para obtener un buen resultado. Y para el Ministerio Público el mayor éxito es que el afectado salga del proceso completamente reparado", puntualiza.