Hace una semana Paulina se encuentra internada en el Hospital Clínico de la Universidad Católica.
El MercurioSANTIAGO.- "No bajaremos los brazos", dice Juan Sepúlveda al recordar la enfermedad de su esposa, Paulina Pacheco Loyola (41), quien ayer miércoles fue declarada prioridad nacional para un trasplante de hígado.
En conversación con Emol, el hombre cuenta que su mujer "está mal", sobre todo, por la imposibilidad -hasta ahora- de conseguir un órgano.
"Quiero estar bien para ella. No hay que decaer", dijo con quebrantada voz desde el Hospital Clínico de la Universidad Católica, donde la paciente permanece internada hace una semana.
Madre de dos hijos, de 13 y 15 años, Pacheco fue hospitalizada un mes atrás en Talca producto de una hepatitis que se fue complicando poco a poco.
Y, pese a que los médicos trataron de remediar la enfermedad con otras alternativas, el avance de ésta no lo permitió.
De hecho, cuatro días atrás la insuficiencia que sufre truncó la existencia de la bebé que gestaba hace cinco meses.
"Para recordar a nuestra guagüita, mañana (viernes) tendremos una pequeña ceremonia en el cementerio del Parque del Recuerdo en Recoleta, comenta Sepúlveda.
Ayer, Marta, hermana del esposo de Pacheco, confesó los duros momentos que ha tocado vivir a este matrimonio y las escasas opciones de que Pacheco salga adelante.
Esto, luego que el equipo tratante les confesara que la mujer "tiene un 80 por ciento de posibilidades de fallecer y sólo un 20 por ciento de vida".
"Ella está muy grave", añadió. Aún así, la familia -dijo- espera el órgano que le permita a Pacheco continuar con vida.