Caso Hijitus: Las pruebas clave que la Fiscalía no pudo llevar a juicio para culpar a la directora

SANTIAGO.- Dos de los seis testigos excluidos por el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago en la audiencia previa al juicio oral, eran especialmente "claves" para acreditar la responsabilidad de la directora del jardín infantil Hijitus de la Aurora, Ana María Gómez, como cómplice de los presuntos delitos de abuso sexual y violación que habrían ocurrido al interior del establecimiento entre los años 2010 y 2012.

Así lo estableció la Fiscalía Metropolitana Oriente una vez que dicha resolución fue ratificada por la Corte de Apelaciones el pasado jueves 6 de febrero, motivando de esta manera que un día después el fiscal Sergio Salas solicitara al Tercer Tribunal Oral en lo Penal una audiencia para discutir el sobreseimiento definitivo de la mujer  respecto a la causa en la que también está acusado su hijo Juan Manel Romeo Gómez en calidad de autor de las agresiones contra menores.

Según estimó el ente persecutor penal, los testimonios que no podrán ser llevados a juicio eran esenciales para sustentar la acusación fiscal contra la imputada, específicamente en el caso de dos personas cuyo relato daba cuenta que al interior del recinto ubicado en la comuna de Vitacura se sabía de la existencia de "cosas extrañas y que los niños estaban siendo abusados".

De acuerdo a lo expuesto este miércoles por el fiscal Salas ante el tribunal, uno de los testigos desestimados corresponde a una mujer que escuchó al acusado Romeo Gómez decir que en el establecimiento de propiedad de su madre lo trataban como si él fuera un pedófilo "porque le ponían vidrios para proteger a los niños".

"Nos parecía fundamental contar con ese testimonio para acreditar que en ese jardín se sabía de los delitos porque él mismo imputado lo dijo", agregó el investigador.

Un segundo relato que tampoco podrá ser ofrecido en juicio tiene relación con los resguardos que la acusada habría tomado para evitar que se conocieran los supuestos abusos que su hijo -quien se de desempeñaba como monitor de computación en el recinto- cometía en contra de varios de sus alumnos.

"Esta persona detallaba cómo se tomaron algunas medidas para que la sala donde se cometían estos delitos fuera más transparente. Se cambiaron las puertas y las ventanas en un intento tenue y evidentemente insuficiente de la acusada para tratar de impedir que estos hechos siguieran siendo cometidos por su hijo. Pero no lo logró y no le importó tampoco", puntualizó el fiscal.

Sin estos relatos para el Ministerio Público sería muy difícil acreditar que Ana María Gómez cooperó en la ejecución de los ilícitos permitiendo que los menores quedaran solos a disposición de Romeo Gómez, como consta en la acusación fiscal, por lo que finalmente se determinó dejar libre de todos los cargos a la mujer, quien fue formalizada en febrero de 2012.

En este escenario, y luego que se decretara el sobreseimiento definitivo de la acusada,  sólo Juan Manuel Romeo Gómez deberá enfrentar un juicio oral, instancia en la que –según su defensora pública Carolina Alliende- se podrá comprobar la inocencia de su representado y la inexistencia de los delitos investigados.