Jóvenes belgas recorrerán por tierra 15 mil kilómetros prestando ayuda social

SANTIAGO.- Tres jóvenes procedentes de Bélgica recorrerán 15 mil kilómetros por Sudamérica durante este verano, para narrar cuentos para niños en situación de vulnerabilidad mediante actuaciones con disfraces.

Natascha Delahaut, de 24 años, una de las encargadas de la iniciativa y quien además participó hace cinco años en un proyecto humanitario con niños en Panamá, explicó el cronograma que tienen contemplado que incluye Perú, Ecuador, Bolivia y Argentina: "Partiremos desde Santiago en una camioneta el próximo 17 de febrero y volveremos a Chile en agosto. En estos países visitaremos hogares de niños, escuelas y fundaciones. Junto con compartir con ellos nuestra experiencia del viaje, les iremos relatando historias entretenidas".

El proyecto, llamado "Para una historia", consta de dos etapas: la primera consiste en animaciones sobre cuentos como "El Principito" donde no sólo se relatará la historia, sino que también la "vivirán" con los niños a través de dibujos, juegos y talleres.

"Hemos elegido este cuento porque creemos que es parte de la infancia de todos los niños del mundo y también habla de valores importantes como la amistad y el heroísmo", cuenta esta cientista política de la Universidad de Saint-Louis de Bruselas.

En la segunda etapa, los viajeros ayudarán a las organizaciones que los hospedarán en sus distintos destinos con el dinero que recaudaron en Bélgica antes de arribar al país. "La labor en cada uno de estos lugares, dependerá de las necesidades de cada una de las instituciones", comenta Adeline Cooreman, otra de las encargadas del proyecto quien acaba de terminar sus estudios de Derecho.

Su vocación

Según afirmaron los jóvenes, eligieron comenzar su trayecto en Chile porque es un país seguro y la idea de este viaje surgió de los grupos de Scout que participaron alrededor de 15 años en su país natal. "En este contexto, aprendimos a proteger y a realzar la labor educativa didáctica de los niños", sostiene Natascha Delahaut.

Por su parte, Tom Hanot, licenciado en Ingeniería cuenta que "el proyecto se gestó como una idea tras una conversación que tuvimos. Queríamos viajar antes de trabajar pero con un objetivo bien definido y así ganar experiencia de vida. Para nosotros los niños son muy importantes y nos dimos cuenta que las historias didácticas son el medio más acertado para que aprendan e interactúen entre ellos".