Diulio de Lapeyra (en silla de ruedas) junto a otro de los ciclistas arrollados.
El MercurioSANTIAGO.- "Me cagó la vida y ni siquiera me conocía", alegó este lunes ante el Primer Tribunal Oral en lo Penal Diulio de Lapeyra, uno de los siete sobrevivientes del atropello que la madrugada del 1 de diciembre de 2012 dejó tres corredores fallecidos en la Ruta 68 cuando pretendían llegar a Valparaíso en una maratón de apoyo a la Teletón.
"El auto me pegó en la peor parte que me podía pegar (...) correr es lo más importante para mí, es lo que amo hacer y no pierdo las esperanzas de poder volver a hacerlo", agregó en el estrado como parte de la prueba testimonial con la que la Fiscalía Metropolitana Occidente pretende condenar a 10 años de cárcel a Roberto Jorquera por conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte y lesiones graves gravísimas.
"Esta persona no está apta para vivir en comunidad", continuó en alusión al acusado, enfatizando que tras el hecho su vida cambió radicalmente producto de las lesiones que hasta hoy lo mantienen con un 75% de discapacidad.
"Ya no soy el ingeniero competente, no puedo ir a las obras, no me puedo trasladar", lamentó, detallando que él junto a Juan Pablo Muñoz -otro de los sobrevivientes- organizó la iniciativa que terminó con un trágico final.
En la instancia, De Lapeyra también encaró al acusado, a quien calificó como "irresponsable" e "inconsciente".
"Me da rabia, pero no con la persona, con la inconsciencia de la gente que termina dañando a otras personas, por su irresponsabilidad, por no respetarse a sí mismo ni a los demás", dijo.
"Por todo ello, ahora me encuentro hablando de alguien que no está 'ni ahí' con su vida ni la de los demás", recalcó, agradeciendo, sin embargo, estar con vida.
"Siento que no me puedo quejar porque estoy vivo, hay tres familias que perdieron a su padre y esposo", aseguró. Y recriminó mirando a Jorquera: "Tú nunca me pediste perdón".
Perdón a las víctimas
El acusado, por su parte, renunció a su derecho a guardar silencio y decidió declarar en estrado frente al tribunal presidido por la jueza María Eugenia Cubillo.
En la instancia, pidió perdón a las víctimas y confesó haber bebido alcohol por varias horas antes del accidente.
Dicho antecedente ya estaba en conocimiento del Ministerio Público luego de recibir el informe de alcoholemia entregado por el Servicio Médico Legal que arrojó que al momento del hecho el imputado conducía con 2,4 gramos de alcohol por litro de sangre.
El juicio se prevé que se extienda por al menos una semana.