SANTIAGO.- Una querella criminal contra los médicos de la Clínica Alemana Álvaro Mardones y Pablo Lavados será presentada durante las próximas semanas por el ginecólogo Juan Pablo Valenzuela, quien responsabiliza a los facultativos por la muerte de su hija de 23 años al desestimar las advertencias hechas por la familia para evitar el trágico desenlace.
Así lo confirmó a Emol el abogado Sebastián Sánchez -representante del profesional- quien detalló que la acción judicial tiene relación con el desempeño de los especialistas al momento del ingreso de la joven al recinto asistencial, el pasado 6 de diciembre tras experimentar dolores de cabeza, náuseas, un episodio de convulsión y dificultad para hablar, falleciendo horas después.
En el documento -que será ingresado ante el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago- se le atribuirá a Mardondes y Lavados el deceso de la universitaria al no prestar la ayuda necesaria "teniendo los conocimientos técnicos para ello".
"Ahora sólo debemos establecer si se trató de un cuasidelito de homicidio o bien de un homicidio propiamente tal", agregó el querellante, miembro del estudio Bosselin Briones Irureta & Sánchez.
Lo anterior, en base a los antecedentes reunidos tendientes a definir si hubo dolo en el comportamiento de los médicos que lideraron el equipo a cargo del tratamiento de la paciente, quien en sus primeros meses de vida había sufrido hidrocefalia severa y la malformación cerebral Chiari 1, que consiste en el descenso de una parte del cerebelo.
"Aún lo estamos evaluando, pero al parecer en este caso la negligencia habría sido tan brutal y tan grave que puede deslindar en la responsabilidad propiamente delictual, estando frente a un hecho de homicidio y no un cuasidelito", dijo.
Asimismo, reafirmó que hasta el momento "existen al menos dos personas identificadas como eventuales inculpadas", pero no descarta que la futura querella "pueda incluir a otros profesionales que esa noche estuvieron de turno y que colaboraron en la tragedia".
"El auxilio que Carmen requería era bastante rápido, pero a su vez era muy simple. Lamentablemente los doctores especialistas desecharon un diagnóstico evidente respecto al cual se les puso siempre en sobreaviso y aún así, optaron por el diagnóstico más improbable y menos maligno en reiteradas ocasiones", detalló el abogado.
El relato de los hechos
Según ha relatado Juan Pablo Valenzuela -quien ejerce como ginecólogo en Puerto Montt- Carmen fue sometida a una intervención cuando tenía apenas una semana de nacida, en la que se le instaló una válvula dentro del cráneo, logrando recuperarse y desarrollar una vida normal en la que cursó estudios universitarios, aprendió tres idiomas y desarrolló actividades artísticas.
De acuerdo a su testimonio, la noche de la tragedia, luego del traslado de la joven hasta el centro asistencial privado para tratar su malestar, y pese a que sus familiares hicieron notar los antecedentes clínicos de la paciente que indicarían que su cuadro posiblemente se relacionaba con un problema en la válvula implantada en su cerebro, un médico de turno determinó que se le practicaran exámenes de sangre y una radiografía de tórax.
Cerca de una hora y 40 minutos después de su internación, Carmen cayó en coma profundo con paro cardiorespiratorio. Solo después de la medianoche, según su padre, se dispuso que se le practicara un escáner cerebral, seguido casi cinco horas después por un doppler cerebral.
Nueve horas después del ingreso finalmente se le realizó una exploración quirúrgica de la válvula intracraneal que demostró que las advertencias de la familia tenían justificación.
Por todo lo anterior, Juan Pablo Valenzuela no descarte prsentar una demanda civil contra la Clínica Alemana una vez agotadas todas las instancias previas.