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Villarrica, Llaima y Calbuco encabezan el listado de volcanes más activos de Chile

Autoridades del Servicio Nacional de Geología y Minería, consideran que "hay madurez por parte de la ciudadanía" para dar a conocer este informe y no causar alarma.

03 de Mayo de 2014 | 13:04 | UPI
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Una fumarola que emitía el volcán Villarrica en una imagen de 2008.

Mario Quilodrán, El Mercurio

SANTIAGO.- Los volcanes Villarrica, Llaima y Calbuco encabezan el listado de macizos de mayor actividad en el país, según informó hoy el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin).

El organismo fiscal dio a conocer la nómina de los cráteres de mayor peligrosidad en el territorio nacional, según la información que proporciona la Red Nacional de Vigilancia Volcánica, que conecta las estaciones de monitoreo de los 43 complejos más activos con el Observatorio Volcanológico de Los Andes del Sur, que el citado organismo público mantiene en Temuco, región de la Araucanía.

"Podemos dar a conocer esta información, porque hay madurez por parte de la ciudadanía. Hace unos años, el mostrar este listado hubiera provocado alarma. Lo bueno es que la gente ha comprendido que el territorio de Chile está vivo, y no podemos ningunear esta realidad, sino estudiarla y hacerle seguimiento, para saber cómo actuar cuando sobreviene una erupción o incluso antes, por todo lo que tiene que ver con el ordenamiento territorial, el uso del suelo y la planificación de las ciudades", dijo el director nacional del Sernageomin, Rodrigo Álvarez, al conmemorarse los seis años de la erupción del volcán Chaitén.

El directivo sostuvo que este listado es encabezado por los volcanes Villarrica y Llaima, en la región de la Araucanía; seguidos por el Calbuco y el Chaitén, en la región de Los Lagos. Más atrás están el volcán Láscar, en la región de Antofagasta; el Michinmahuida, en la región de Los Lagos; el complejo de tres volcanes conocido como Nevados del Chillán (donde se incluye al Nevado, al Nuevo, y al Viejo), en la región del Biobío; el Lonquimay, en la región de la Araucanía; el Copahue, en la región del Biobío; y finalmente el Cerro Azul-Quizapu, en la región del Maule.

Según explicó el organismo, la categoría de "peligrosidad" está definida por tres criterios; primero, que el volcán haya tenido algún nivel de actividad comprobable en los recientes 10 mil años o que los instrumentos muestren que tiene actividad; segundo, que se encuentre cerca de centros poblados; y tercero, que represente un riesgo para las personas o la infraestructura pública y privada.

La mencionada Red Nacional de Vigilancia Volcánica implica un sistema de monitoreo que permite la generación de una alerta temprana. Este sistema contempla, por un lado, el monitoreo instrumental permanente de los volcanes activos, y de forma paralela, la generación de cartografía que permite determinar la probable ruta que seguiría el material desprendido y el área potencialmente afectada.

"Cuando sucedió la erupción del volcán Chaitén el año 2008, se creyó al principio que el causante de la columna eruptiva era el vecino volcán Michinmahuida, que es mucho más imponente. Pero en ese momento no había estaciones de monitoreo cercanas. Ahora, las estaciones permiten reconocer en el acto una fuente y concentrar la atención en un lugar específico. La prueba de fuego de esta Red fue el pronóstico de las erupciones en el Cordón Caulle, el Hudson y las alertas tempranas establecidas para el volcán Copahue. El aviso de varias horas antes permitió evacuaciones muy a tiempo, lo que demuestra que el país se está poniendo al día en cuanto a la tecnología que demandan las condiciones de nuestro país", afirmó Rodrigo Álvarez Seguel.

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