SANTIAGO.- En una sesión de cinco horas desarrollada este lunes, el Consejo Nacional de la Democracia Cristiana aprobó por unanimidad la sustitución del sistema binominal por uno de representación proporcional moderado o corregido, y el respaldo al proyecto de reforma tributaria.
En este segundo proyecto, no obstante, la instancia partidaria enfatizó que la aprobación unánime se refiere específicamente a conseguir una recaudación en régimen (2018) de 8.200 millones de dólares, equivalente al 3% del PIB, y que la carga tributaria recaiga principalmente en los sectores de mayores ingresos y las grandes empresas.
Junto con ello, mandató a los diputados y senadores de la colectividad a procurar que las alzas de impuestos no afecten a la clase media y a las pymes, y que se proteja a los contribuyentes frente a eventuales poderes discrecionales entregados al Servicio de Impuestos Internos (SII).
En el plano politico, el Consejo Nacional DC aprobó por unanimidad proponer la eliminación de los subpactos, para que los partidos compitan en igualdad de condiciones dentro de un conglomerado electoral.
Al mismo tiempo, abogará por conseguir una representación parlamentaria de los pueblos originarios, lo que el Gobierno estudia a través de un proyecto separado del que sustituye el sistema binominal.
Compromiso en el Congreso
Al respecto, el presidente de la colectividad, Ignacio Walker, aseguró que los votos de su partido están "comprometidos" en el Congreso para el apoyo a ambas iniciativas.
"Acá no ha habido un solo voto disidente. Nuestros votos están disponibles en el Senado y la Cámara de Diputados para apoyar la reforma tributaria", precisó, en declaraciones al canal 24 Horas.
En este plano, enfatizó que los parlamentarios democratacristianos recibieron el mandato de velar porque la iniciativa "no afecte a las pymes", y que los contribuyentes no se vean afectados desde el punto de vista de las "facultades discrecionales" asignadas al Servicio de Impuestos Internos (SII).
Agregó que los representantes DC en el Congreso estarán atentos a que el financiamiento de la reforma recaiga "en los sectores de mayores recursos y las grandes empresas".
Del mismo modo, se mantendrá atención en cuanto a que la iniciativa no afecte "al dinamismo económico desde el punto de vista de los incentivos para el desarrollo y la inversión".