SANTIAGO.- El sacerdote Gerardo Joannon, sindicado como miembro de una presunta red de adopciones irregulares en los 70 y 80, pidió perdón a quienes se pueden haber sentido afectados por sus acciones, las que -según enfatizó- sólo buscaban "proteger la vida".
A través de una carta enviada al diario El Mercurio, el religioso sostuvo que durante sus años de labor pastoral y espiritual, ha acompañado a familias y personas en momentos de gran dolor, "quienes confiaron en mí para orientarlos en situaciones de vida muy duras".
"La razón de mi actuar ha sido invariablemente el proteger la vida. Sin embargo, el sufrimiento en que se encuentran algunas personas es algo que me golpea y solidarizo profundamente con ellas. Pido perdón si algunas de mis acciones generaron y siguen generando dolor durante tantos años a los afectados", añadió.
A continuación sostuvo que se hace parte de las medidas adoptadas en el caso por la Congregación de los Sagrados Corazones, y que colaborará para que "en las instancias que correspondan -sean organismos eclesiásticos o judiciales- se puedan esclarecer los hechos".
Asimismo, dijo lamentar "profundamente" que se haya difundido en los medios de comunicación una "frase desafortunada" suya, en la que se negaba a colaborar, "pero fui sorprendido en el patio de mi casa".
"Claramente, soy el primer interesado en que todo se solucione, y para eso ofrezco mi total disposición a colaborar", aseguró.
Por último, dijo que espera "que se conozca la verdad para que todos podamos encontrar la paz que buscamos".