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Las claves del emblemático proyecto que termina con el lucro, la selección y el copago

Los liceos emblemáticos ya no podrán seleccionar a los alumnos por pruebas, sino por un método aleatorio, y deberá haber al menos uno por región. Además, los sostenedores tendrán un plazo de tres años para convertirse en corporaciones sin fines de lucro y se terminará gradualmente con el copago.

23 de Mayo de 2014 | 11:57 | Por Natacha Ramírez, Emol

SANTIAGO.- Tras dos meses de incógnita, en que el Ministerio de Educación dialogó con distintos sectores, el gobierno finalmente dio a conocer el contenido de uno de los proyectos más emblemáticos de la reforma educacional: el que termina con el lucro, la selección y el financiamiento compartido en el sistema escolar.


El documento, que fue firmado hoy por la Presidenta Michelle Bachelet, ingresará al Parlamento por la Cámara de Diputados con urgencia simple, por lo que tendrá un plazo de 30 días para ser analizado en cada cámara.


Selección: Habrá método especial en liceos emblemáticos


El proyecto de ley que enviará el gobierno establece que se terminará con la selección por razones socioeconómicas, étnicas y culturales en todos los establecimientos educacionales que reciban subvención del Estado. Esto actualmente sólo está prohibido hasta sexto básico. No obstante, los colegios particulares pagados quedan excluidos de esta disposición.


Si en los colegios hay más postulantes que cupos, se dará prioridad a los estudiantes que tengan hermanos en el colegio, sean hijos de personal del colegio o vivan en las cercanías del establecimiento. En los casos restantes casos, la selección se efectuará al azar.


En el caso de los liceos emblemáticos –como el Instituto Nacional o el Carmela Carvajal–, se establecerá un estatuto especial, en que éstos no podrán seguir seleccionando por pruebas o test académicos, pero sí podrán contar con un método especial de admisión, en que tendrán prioridad para postular los estudiantes que se encuentren en el 20% de mejor rendimiento de su generación en su colegio de origen.


No obstante, si la cantidad de postulantes es mayor que los cupos disponibles, se deberá utilizar un método aleatorio para escoger a los estudiantes, a través de un software o tómbola.


El ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, fundamentó esta medida, señalando que "la evidencia revela que los niños que provienen de hogares con mayor capital cultural les va mejor en esos test y el resultado es que en los colegios emblemáticos predominan de forma abrumadora los niños que provienen del cuarto o quinto quintil".


Afirmó que "nosotros no tenemos ningún problema con permitir que haya algunos colegios de mayor exigencia académica, donde puedan postular los niños que tengan una gran motivación por aprender, pero es de entera justicia que los niños no sean seleccionados por el nivel cultural de los padres, sino por su rendimiento académico, que se mide en cómo se han desempeñado en sus propias comunidades".


La autoridad detalló que también se implementarán programas de nivelación en esos establecimientos para los alumnos que así lo requieran –similar a los propedéuticos que existen en algunas universidades–, y que procurarán que haya al menos un liceo emblemático en cada región.


Respecto de qué establecimientos se considerarán como "emblemáticos" para estos efectos, indicó que se tomarán en cuenta criterios como que sea una institución histórica, "con tradición emblemática"; que estén notoriamente sobredemandados, es decir, que el número de postulantes sea mucho mayor a los cupos; que tengan actualmente alguna práctica de selección; y que sus egresados tengan rendimiento notoriamente superior a la media.


Copago: Terminará en todos los colegios subvencionados, pero padres podrán hacer donaciones


Los establecimientos que reciban aportes del Estado –tanto municipales como particulares subvencionados– deberán ir disminuyendo gradualmente el financiamiento compartido, hasta eliminarlo completamente y pasar a ser gratuitos. Para esto, el Estado irá incrementando progresivamente la subvención escolar.


Los establecimientos que firmen convenios para llegar a la gratuidad, irán recibiendo más recursos del Estado a través de tres vías: la subvención regular que se entrega a todos los estudiantes; la Subvención Escolar Preferencial (SEP) –que hoy reciben los alumnos más vulnerables–, que ahora se ampliará a los alumnos del tercer y cuarto quintil; y la creación de una Subvención de Gratuidad. De esta forma, el ministerio espera que en el corto plazo el 90% de los colegios pasen a ser gratuitos.


En tanto, en el caso de aquellos colegios que actualmente están cobrando el tope de financiamiento compartido ($84 mil), ese tope también irá disminuyendo gradualmente, pero llegará a cero sólo diez años después de que se apruebe el proyecto.


El ministro aclaró que los padres que así lo deseen podrán seguir realizando aportes al colegio para la educación de sus hijos, pero a través de donaciones voluntarias, pero esto no será condición para que el niño pueda ingresar al colegio.


En cuanto al costo que implicará este cambio para el Estado, el ministro indicó que actualmente las familias aportan entre US$ 500 millones y US$ 600 millones a través de financiamiento compartido, pero sostuvo que el Estado aportará cerca de tres veces más de esa cifra.


También aclaró que se entregarán recursos nuevos no sólo a los establecimientos que actualmente cobran copago, sino también a los que actualmente no lo hacen, para que también puedan mejorar la calidad de la educación.


Lucro: Sostenedores tendrán 3 años para ser corporaciones sin fines de lucro


También se pondrá fin al lucro en todos los establecimientos escolares que reciban subvención del Estado, por lo que sus dueños no podrán retirar utilidades y deberán reinvertir sus excedentes en la misma institución, para mejorar la calidad de la educación que se brinda a los estudiantes.


Para esto, los sostenedores que actualmente posean sociedades con fines de lucro deberán, en un plazo máximo de tres años, constituirse en corporaciones de derecho privado sin fines de lucro o fundaciones. Además, los sostenedores no podrán seguir arrendando la infraestructura del colegio, sino que ésta debe pertenecer a la fundación o, en su defecto, al Estado.


Eyzaguirre detalló que existen distintas alternativas para que los sostenedores que actualmente tienen fines de lucro pasen a ser corporaciones sin fines de lucro: La primera –que esperan que más ocurra– es que se transformen en sociedades sin fines de lucro y aporten la infraestructura del colegio a esa sociedad. Aclaró que los directivos de los colegios podrán seguir recibiendo una "remuneración justa" por su trabajo.


Sin embargo, si el sostenedor desea recuperar los recursos que gastó en la infraestructura del colegio, el ministerio dará la opción de que los excedentes que se vayan generando, la fundación lo utilice en comprar la infraestructura al sostenedor. Si esto no es posible, el Estado ofrecerá al sostenedor comprarle directamente la infraestructura del colegio. En este caso, el sostenedor privado –convertido a corporación sin fines de lucro– podrá seguir administrando el colegio, pero la infraestructura será pública.


Para fijar el precio de la infraestructura en esos casos, el ministro detalló que esto quedará en manos de una comisión integrada por ingenieros y arquitectos, en base a los precios estándar de infraestructura educacional.


Finalmente, si el sostenedor no está de acuerdo con las nuevas reglas ni con ninguna de las alternativas anteriores, tendrá la libertad de pasar a ser un colegio particular pagado o cambiar de actividad o de giro.

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