Bachelet: "No me gusta que a la mujer la dividan desde la cintura hacia arriba y hacia abajo"

SANTIAGO.- La Presidenta Michelle Bachelet insistió este jueves en la necesidad que el tema de la despenalización del aborto en determinados casos sea discutido sin que existan "temas tabú".

Al mismo tiempo, si bien enfatizó que en general los Presidentes de la República en general "no damos opiniones personales, yo soy médico y tengo una opinión fundamental que es que las mujeres debieran tener derechos a decidir".

"No me gusta éticamente que a la mujer la dividan de la cintura hacia arriba y de la cintura hacia abajo", afirmó, en una entrevista concedida a la periodista Mónica Rincón, del canal CNN Chile.

Al mismo tiempo, consideró que focalizar la agenda valórica en la sexualidad "me parece una mirada muy restrictiva".

"Lo valórico no es sólo la sexualidad, sino hacer una sociedad más justa", enfatizó la Mandataria.

En este plano, recordó una cita del Papa Francisco en la que el pontífice planteaba que no se puede restringir lo valórico a la sexualidad, pues incluye temas de justicia social.

Sobre la "objeción de conciencia"

Bachelet, asimismo, también hizo notar que en el caso de la interrupción del embarazo "la gente con recursos resuelve de una manera distinta que la gente pobre".

En cuanto a la posibilidad que parlamentarios de sectores como la Democracia Cristiana esgriman la razón de la objeción de conciencia en este caso, la Presidenta insistió en la necesidad de avanzar en la discusión de este tema.

"Si hay objeción de conciencia, sería muy bueno poder tener una conversación para conocer sus puntos de vista, pero también dar a conocer los puntos de vista que el Gobierno tiene, esencialmente para avanzar en el debate", aseveró.

La mención de la posibilidad de legislar en torno a la despenalización del aborto, hecha por lka Mandataria durante la cuenta presidencial que entregó el 21 de mayo, generó polémica en distintos sectores.

Tanto el cardenal Ricardo Ezzati como el ex Presidente Sebastián Piñera criticaron con dureza el planteamiento presidencial.

La propuesta del Gobierno considera la posibilidad de despenalizar la interrupción del embarazo en los casos de riesgo de vida de la madre, inviabilidad del feto y violación.