SANTIAGO.- Por más de tres horas prestó declaración el sacerdote Gerardo Joannon Rivera (77), en el marco de una serie de denuncias de adopciones ilegales realizadas en las décadas de 1970 y 1980 en el país.
Según se informó a Emol, el religioso se presentó ante la fiscal Erika Vargas, de la Fiscalía Regional Metropolitana Centro Norte, en dependencias de la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones (PDI) en la comuna de Macul.
De acuerdo a los primeros antecedentes, Joannon acudió a la unidad en calidad de imputado por 12 casos de eventuales adopciones ilegales, que son indagadas por la fiscal Vargas.
El sacerdote pidió perdón a quienes se pueden haber sentido afectados por sus acciones, las que sólo buscaban "proteger la vida", luego de haber anunciado anteriormente que no iba a colaborar con la investigación.
A través de una carta enviada al diario "El Mercurio", el religioso sostuvo que durante sus años de labor pastoral y espiritual ha acompañado a familias y personas en momentos de gran dolor, "quienes confiaron en mí para orientarlos en situaciones de vida muy duras".
"La razón de mi actuar ha sido invariablemente el proteger la vida. Sin embargo, el sufrimiento en que se encuentran algunas personas es algo que me golpea y solidarizo profundamente con ellas. Pido perdón si algunas de mis acciones generaron y siguen generando dolor durante tantos años a los afectados", había afirmado con anterioridad.