LONDRES.- El Primer Ministro británico, David Cameron, instó al gobierno sudanés a anular la condena de muerte en la horca de una joven cristiana por apostasía.
Un tribunal de Jartum condenó a muerte a Meriam Yahia Ibrahim Ishag, de 27 años, quien dio a luz a una niña el pasado 27 de mayo en la prisión de mujeres de Ondurman, donde permanece detenida junto a su primer hijo de 20 meses.
"Insto al gobierno sudanés a anular el veredicto y a aportar rápidamente el apoyo y los cuidados médicos adecuados para ella y sus hijos", añadió Cameron en un comunicado.
"La manera en como ha sido tratada es bárbara e inaceptable en nuestro mundo moderno", continuó el jefe de gobierno británico, quien recordó que "la libertad de religión es un derecho humano absoluto y fundamental".
La joven, de padre musulmán, fue condenada a muerte el 15 de mayo en virtud de la interpretación sudanesa de la sharia (ley islámica) vigente en el país y que prohíbe las conversiones.
Según Amnistía Internacional, Ishag fue criada en el cristianismo ortodoxo, la religión de su madre, dado que su padre, musulmán, estuvo ausente durante su infancia.
Posteriormente, la joven se casó con un cristiano de Sudán del Sur.
Durante el juicio, la mujer rechazó abjurar de su fe cristiana y los magistrados la condenaron además a cien latigazos por "adulterio".
Si se aplica la pena, sería la primera persona ajusticiada por apostasía en virtud del código penal de 1991, según el grupo de defensa de la libertad religiosa, Christian Solidarity Worldwide.