El intendente de La Araucanía, Francisco Huenchumilla.
El Mercurio /Archivo.SANTIAGO.- El intendente de La Araucanía, Francisco Huenchumilla, expresó este martes su condena total y absoluta frente al ataque incendiario que afectó anoche un predio de familiares del matrimonio Luchsinger-Mackay, que terminó con una persona herida producto de agresiones de terceros, así como infraestructura y maquinaria consumida por el fuego.
Según la máxima autoridad regional, en una sociedad democrática la violencia debe ser excluida como método de presión, por lo que aquellos que la utilicen estarán dispuestos a enfrentar la aplicación de la ley en caso de ser identificados como autores materiales de los ataques.
Con ello, informó que el Gobierno presentará las querellas respectivas ante los tribunales de justicia, con el objetivo de que se investiguen los hechos ocurridos, se establezca la identidad de los responsables y apliquen las sanciones que contempla la ley.
Asimismo, Huenchumilla puntualizó que es necesario que en el actual escenario se distingan las aspiraciones que pueda tener un grupo social respecto de los métodos utilizados para lograr sus objetivos.
"El pueblo mapuche está reivindicando su territorio ancestral frente al Estado de chileno, pero otra cosa muy distinta es aceptar que por esa causa se puede optar por cualquier vía", dijo.
En esa línea, argumentó que "aquí la violencia no vale y cuando es utilizada desprestigia al mundo mapuche y su causa. En consecuencia, la violencia no es el camino para reivindicar lo que se considera justo".
Huenchumilla agregó que en el actual contexto, el Estado debe tener una actitud activa para resolver temas y conflictos que se vienen arrastrando por décadas. "Existiendo por parte del Estado responsabilidad por la lentitud adoptada para resolver los problemas, lo que ahora estamos tratando de corregir", puntualizó.
"Como intendente llevo tres meses en el cargo, y el grave conflicto que enfrentamos no nace ahora. Lo han abordado todos los gobiernos de al menos los últimos 30 años, y todos tienen un grado de responsabilidad en lo que ha sucedido", precisó.
En esa línea, expresó que cada gobierno, sin importar su color político, ha tenido la oportunidad de aplicar sus propias recetas y estrategias para enfrentar el conflicto.
"Hasta marzo de este año hubo un gobierno de derecha, que estuvo cuatro años en el poder y que pudo aplicar todas las recetas posibles. ¿Cuál fue el resultado? Ninguno. Por lo tanto, no me pueden pedir que en tres meses haga milagros", concluyó.