La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya durante una sesión.
El Mercurio /Archivo.SANTIAGO.- El miércoles la Presidenta, Michelle Bachelet, recibió a la Comisión de Relaciones Exteriores (RR.EE.) del Senado, cita con que finalizaría el proceso de consultas sobre la demanda marítima que Bolivia presentó en contra de nuestro país ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.
Ese día los senadores coincidieron en que Chile debe solicitar la incompetencia del tribunal en esta materia, postura que también expresaron los diputados de la Comisión de RR.EE. de la Cámara y los ex Mandatarios Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Sebastián Piñera, previamente.
Así, Bachelet deberá ahora decidir si se apelará o no la incompetencia de La Haya, y en caso de optar por esta alternativa, además tendrá que zanjar si esto se hará a través de excepciones preliminares antes del 15 de julio próximo o bien en la contramemoria que se puede presentar hasta el 18 de febrero de 2015.
No obstante, los parlamentarios han diferido sobre la fecha oportuna para impugnar a la corte. Mientras que el ex Presidente Piñera se mostró partidario –ese mismo día- de hacerlo antes del 15 de julio, para así "enviar un mensaje fuerte y claro en defensa de los legítimos derechos de Chile".
"Pedir la incompetencia de la corte es señalarle al tribunal que no tiene poder para resolver lo que el Estado demandante le ha planteado, pues no está dentro de las cuestiones que el derecho internacional o alguna norma lo faculta", explica Astrid Espaliat, quien es parte de los 35 miembros del comité asesor de la Cancillería chilena para la demanda boliviana.
En conversación con Emol, la profesora de derecho internacional del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile aclara algunos conceptos del proceso y aborda los escenarios en juego al seguir uno u otro camino ante la acción de Bolivia.
-¿Por qué se baraja la idea de pedir la incompetencia del tribunal?
"Hay quienes han entendido que la demanda de Bolivia tiene relación con el tratado de 1904, ya que lo pone en cuestionamiento, éste es un tratado de fronteras que cerró las cuestiones con Bolivia. Se ha planteado discutir la jurisdicción de la corte dado que el tratado de solución pacífica de las controversias o también conocido como Pacto de Bogotá –del que somos parte-, señala en el artículo 6 que el tribunal no podía resolver las cuestiones que ya hayan sido acordadas en un tratado en vigor, con fecha anterior a la entrada en vigencia del Pacto de Bogotá que es 1948 (...) así que cabría esa posibilidad, porque el tratado de Chile y Bolivia es anterior.
"La demanda dice relación también con otros elementos que tienen que ver con que Bolivia entiende que a través del tiempo Chile ha celebrado con ella una serie de conversaciones y que estas decían relación con otorgarle una salida al mar y que nosotros no hemos cumplido".
-¿Se refiere a los "derechos expectaticios" alegados por Bolivia?
"Esa fue una frase acuñada por el canciller (boliviano) David Choquehuanca que no ha logrado salir del lenguaje de los medios. Lo cierto es que la solicitud de Bolivia no habla de derechos expectaticios, sino que alude a una serie de conversaciones que han tenido lugar entre Chile y Bolivia de las que ellos desprenden esta obligación de que Chile negocia de buena fe y le otorgue una salida soberana al Pacífico (...) Esa línea argumentativa es bastante fuerte en la solicitud que Bolivia ha presentado a la corte".
-Si el gobierno pide la incompetencia de La Haya, una opción es hacerlo en las excepciones preliminares, ¿en qué consiste esta etapa?
"La excepción preliminar está vinculada a una alegación que el Estado demandado realiza antes de entrar al juicio propiamente tal, por eso se llama preliminar. Cuando tú planteas una excepción preliminar en el fondo lo que quieres hacer es parar el juicio, que termine ahí (...) la verdad es que: 'Yo creo señor juez que usted no tiene el poder para solucionar esa controversia y yo le voy a demostrar por qué'.
"De acuerdo a las reglas de la corte hay excepciones que tienen un carácter exclusivamente preliminar y la corte puede decidir escuchar a las partes. Aquí se abre una especie de juicio donde tú tendrás que presentar tus alegaciones escritas de porque crees que la corte no tiene el poder. Bolivia en ese caso contestará y va a haber una fase de alegatos, igual como lo que vimos con Perú, pero relativo sólo a la competencia de la corte".
-¿Qué escenarios existen si se realiza esta acción el próximo 15 de julio?
"La corte después de escuchar todos los argumentos podría, primero admitir la excepción preliminar por lo que se terminaría el juicio, otra posibilidad como escenario dos sería que no la admite, siguiendo todo el juicio, y la tercera posibilidad teórica es que la corte diga que se trata de una excepción que no tiene un carácter exclusivamente preliminar.
"Eso significa –la última alternativa- que la corte para poder resolver su competencia requiere escuchar alegaciones de todo el caso, todos los antecedentes, porque los antecedentes que el han mostrado le indican que es una excepción que no puede ser resuelta sino que escuchando toda la serie argumentativa de las dos partes".
-¿En general cómo ha resultado este recurso para otros países?
"Depende de cada caso y en general yo diría que la corte es bastante exigente para determinar su competencia o dicho de otra manera también es cierto que le es difícil declararse incompetente.
"La corte es exigente en el examen de los antecedentes que van a justificar que ella se declare incompetente. Hay que considerar que en la lógica de la corte hay dos estados soberanos que están ante ella y por lo tanto, es muy cuidadosa en declararse incompetente, porque hay otro estado que está demandando y que cree que es competente, eso explica la conducta que sigue la corte en estos casos. En términos generales la corte tiende a hacerse competente".
- La otra alternativa es presentar la incompentencia de La Haya en la cotramemoria el 18 de febrero de 2015
"Claro con todos los argumentos de fondo (...) esto permite deducir argumentos, mostrar toda la línea argumentativa con tranquilidad. Lo que ocurre cuando tu interpones una excepción preliminar es que tienes que mostrar muchos argumentos y si la corte llega a resolver que se trata de una excepción que no tiene un carácter exclusivamente preliminar vas a tener que seguir el procedimiento y no quedan muchos más argumentos. Es difícil encontrar más líneas argumentativas como para después en la contramemoria sorprender al demandante con otra línea argumentativa".
-¿En la contramemoria es igual de difícil que la corte se declare incompetente?
"No, para nada, si le demuestras a la corte que es incompetente dados los argumentos que has exhibido, defendido, ésta puede declararse incompetente. Aquí lo que se trata es de convencer al tribunal, eso es muy importante que lo entendamos. Chile tiene buenos argumentos, pero hay que estar claros en que el otro país también tiene sus argucias".
-El canciller Heraldo Muñoz ha dicho que la demanda boliviana tiene un importante eje político comunicacional, ¿qué debe hacer Chile para llevar su relato a la comunidad internacional?
"Bolivia cuenta una historia que causa simpatía, así como la narra ese país, por lo tanto, Chile tiene que dar a conocer su punto de vista. Por ejemplo, Bolivia sostiene que no tiene mar y Chile tiene que mostrarle al mundo que Bolivia sí ha tenido acceso al mar y en muy buenas condiciones, que no está en la condición de otros estados mediterráneos, eso es absolutamente necesario.
"Creo que eso se hace a través de los canales diplomáticos. Este caso es bien particular por la manera en que Bolivia entiende esta reivindicación y por el uso político que le está dando, que tiene no solamente un efecto internacional sino que también para su población, lo ocupa con fines internos. Bolivia ha exhibido una escalada comunicacional bastante inusitada, es muy importante lo que se está discutiendo y cómo construye la historia desde su particular manera de ver, creo que es muy relevante contrarrestarlo".