Equipo que reformulará el Simce coincide en que problema está en el mal uso del test

SANTIAGO.- Ante las críticas que ha despertado entre distintos sectores la aplicación de la prueba Simce, el Ministerio de Educación anunció la conformación de un grupo de expertos para someter a la batería de pruebas a una exhaustiva revisión.

Entre los principales cuestionamientos que han surgido en contra del test se cuenta que no mediría todas las habilidades de los estudiantes, además del exceso de pruebas que se estarían aplicando, incluso a niños de segundo básico.

Para poner bajo la lupa al actual sistema de evaluación, este martes se conformó el grupo de expertos convocado por el ministerio, que está integrado por doce investigadores que tienen plazo hasta diciembre de este año para entregar recomendaciones para reformular el test. Luego la cartera formulará una propuesta, que debe ser aprobada por el Consejo Nacional de Educación (CNED).

La subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga, dijo que el diagnóstico de la cartera es que "hoy observamos un sistema educativo corriendo detrás de un sistema de evaluaciones y lo que queremos es lograr tener un sistema de mediciones al servicio de los aprendizajes".

En esa línea, detalló que la misión de los expertos será hacer una "revisión profunda" del sistema de evaluación y proponer ajustes en cuanto al tipo de evaluaciones, la frecuencia con que se aplican, la información que se entrega, así los usos y consecuencias del test.

Foco en el Simce más que en el aprendizaje

Si bien aún no comienzan su trabajo formal, hay coincidencia entre los expertos en que, más que el instrumento en sí mismo, el problema radicaría en el uso que se le está dando a sus resultados. Por ejemplo, para establecer ranking o entregar recursos del Estado a los colegios. Esto ha repercutido en que algunos establecimientos hayan puesto su foco en el test más que en la calidad del aprendizaje que reciben los alumnos, lo que ha llevado, por ejemplo, a que destinen horas de clases exclusivamente a preparar la prueba.

"Se ha focalizado la discusión en si hay o no hay Simce, qué evalúa y si son muchos o pocos, pero uno debiera preguntarse sobre cuál es el uso prioritario que se da. El mayor malestar proviene de las consecuencias intensas de las evaluaciones, no tanto de que existan", afirma Lorena Meckes, investigadora del Centro de Estudios de Educación de la Universidad Católica (Ceppe), quien preside el equipo de trabajo.

En esa línea, afirma que "uno de los temores más grandes es que se pierda el foco y que, en lugar de ser el aprendizaje de los niños, (el foco) sea su preparación para responder la prueba, o sea, focalizarse en el indicador más que en lo que el indicador indica".

Advierte que esto puede llevar a consecuencias no deseadas, como que se realicen "cursos de Simce" a los niños en los colegios o "se quite el tiempo a otras asignaturas que también tiene espacio en la formación integral del niño". Por eso, señala que "parte de lo que va a revisar la comisión es cómo evitar ese tipo de consecuencias".

La prueba como apoyo a los colegios

Ante este escenario, el criterio que parece primar entre los investigadores es que los resultados de las pruebas tengan más bien un "uso pedagógico" por parte de las escuelas, para que sepan en qué deben mejorar. "Se requiere una política que resitúe el sistema de evaluación como un instrumento de apoyo a las escuelas, y no como pauteo a las escuelas", afirma el investigador de la Universidad Alberto Hurtado, Juan Eduardo García-Huidobro, quien también reconoce que "el problema no es sólo del Simce, lo más complicado es cómo lo usamos".

Al respecto, dice que durante los primeros años de aplicación del Simce no se entregaban los resultados públicamente, sino que cada escuela conocía sus resultados para trabajar internamente. "Es cuando empiezan a darse públicamente los resultados del Simce que éste se transforma en la política educativa del país", señala. Entre los puntos que –plantea– debieran revisarse, está la utilización de la prueba para rankear a las escuelas.

En la misma línea, Xavier Vanni, del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile, señala que "la clave está en balancear de mejor manera la información a la ciudadanía y a las comunidades escolares del resultado del aprendizaje y el apoyo a los establecimientos escolares en término de su mejoramiento".

Durante sus cinco meses de trabajo, el equipo de expertos deberá revisar la experiencia internacional en cuanto a sistemas de evaluación del aprendizaje y recoger propuestas sobre el tema de distintos actores, incluyendo profesores, directores y sostenedores de colegios, organizaciones estudiantiles y representantes del movimiento "Alto al Simce".

Según indicó la subsecretaria Quiroga, aún no hay un plazo establecido para que el ministerio introduzca los cambios en el sistema de medición. También informó que recogerá la recomendación del Consejo Nacional de Educación y el Consejo de la Agencia de Calidad de postergar en un año –es decir, para fines de 2015– la puesta en marcha del reordenamiento de los colegios, clasificación que se basaba en los resultados del Simce.