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Santiago: Sábado 05 de octubre del 2024 | Actualizado 23:06
Francisca Florenzano señaló que las actuales autoridades del Senda buscan ''desacreditar el trabajo técnico hecho'' por el anterior Gobierno en vez de concentrarse en el contexto en que se produce el fenómeno de aumento de uso de cannabis.
Mauricio Pérez, El MercurioSANTIAGO.- Las reiteradas alusiones y responsabilidades que Lidia Amarales, directora del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), le endosó hoy al Gobierno de Sebastián Piñera por el alza del consumo de marihuana entre la población escolar, fue criticada por su antecesora en el cargo.
Para Francisca Florenzano que Amarales señalara "que hubo una política preventiva que no funcionó en el gobierno pasado", al comentar las cifras del Décimo Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar, reduce el análisis a "una lectura más bien política" en vez de intentar explicar el fenómeno.
"La principal conclusión es un ataque a la gestión anterior, más que un análisis de cuál es el contexto en el que está Chile, cuál es la discusión internacional. Estamos viviendo un momento suficientemente complejo en la materia como para reducir el estudio a decir que es el fracaso de una política anterior", señaló en "La Segunda" la ex autoridad, quien antes de dejar el cargo durante el Gobierno de Michelle Bachelet inició las gestiones para sacar al cannabis de la lista de drogas duras, categoría en que quedó durante el primer mandato de la actual Presidenta.
Florenzano dijo que se busca "desacreditar el trabajo técnico hecho el cuál se realizó y de buena manera, aunque siempre se puede mejorar".
Agregó que para la situación actual en la marihuana "razones puede haber muchas y justamente eso es lo que se espera, más que una mirada reduccionista. Yo puedo tener mi postura pero es complejo plantear una conversación técnica cuando lo que hay es un análisis político, más que el rol técnico histórico que siempre ha cumplido Senda".
Los resultados del estudio del Senda mostraron que los menores de edad que estudian y que reconocieron el consumo de cannabis sativa pasaron de un 19,5% en 2011 a un 30,6% el año pasado.
Además disminuyó entre los jóvenes la percepción del riesgo que implica un consumo frecuente de marihuana (de 48% en 2011 a 21,1% en 2013).
