SANTIAGO.-Un año después de haber asumido el cargo, el fiscal regional de La Araucanía, Cristián Paredes, realizó un balance de su trabajo en la zona en medio del conflicto mapuche, y reconoció las dificultades de convertir la información obtenida en las investigaciones en pruebas concretas.
"La inteligencia policial actúa en base a información que puede ayudar a direccionar las causas, y hasta ahí los requerimientos se cumplen. Pero el problema surge cuando hay que pasar esa información de inteligencia a pruebas tangibles, relevantes y con el estándar necesario para ser presentadas ante los jueces", dijo el abogado en una entrevista concedida a El Mercurio.
Paredes calificó esta situación como "un desafío importante", ya que "se hace difícil convertir la información de inteligencia en pruevas concretas".
Otra de las dificultades que reconoce el persecutor en este tipo de investigaciones son los dictámenes que obligan a revelar la identidad de los testigos protegidos, hecho considerado como "nefasto para las investigaciones de este tipo".
"Las características socioculturales que rodean el contexto de los hechos investigados hacen muy necesario usar adecuadamente la posibilidad de tener testigos protegidos. Existe un deber constitucional y legal de proteger a los tetigos de un proceso penal, y es necesario hacerlo de forma eficaz", sostuvo.
En este sentido, Paredes aseguró que "no es seguro" para las personas que ofician como testigos "hacerlo sin que les brindemos medidas de protección", ya que "son personas que muchas veces viven en las mismas comunidades, que están cansadas de la violencia, y si bien sus demandas pudieran ser justas, no están para nada de acuerdo con la vía violenta".
"Hay casos en que los testigos han sufrido represalias violentas, e incluso les han quemado sus hogares o han atentado en contra de sus vidas. Para nosotros, las víctimas están primero, y si ponemos en la balanza el éxito de un juicio versus la seguridad de nuestros testigos, nuestra prioridad estará en su protección", agregó.
Finalmente, al ser consultado por su relación con el intendente Francisco Huenchumilla (quien dijo que no quería fiscales "opinólogos"), el presecutor indicó que "reconocemos en el intendente el esfuerzo por posicionar en la agenda pública el tema que sufre nuestra región. En torno al episodio en cuestión, ya hemos planteado que fue injusta e inmerecida la crítica".
"Ya es difícil para nuestros fiscales desarrollar su tarea frente a condiciones complejas como para adicionalmente recibir un ataque de descrédito injustificado. Pero lo conversamos personalmente con el señor intendente, como corresponde. Es un capítulo superado, y estamos trabajando con la coordinación adecuada y con fluidez en materias de interés común, como la seguridad ciudadana", dijo.