Monseñor Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago.
Héctor Yáñez, El Mercurio (archivo)SANTIAGO.- El arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, lamentó este lunes que no continuaran las conversaciones para lograr acercamiento y conciliación en el marco de la demanda civil interpuesta por las víctimas en el caso Karadima.
El cardenal insistió en que desde que asumió el gobierno de la arquidiócesis "les he pedido perdón de corazón" a quienes sufrieron abusos.
"Junto a los abogados del Arzobispado, lamentamos muy sinceramente que no se haya podido continuar con las conversaciones que ambas partes llevamos adelante de buena fe, con esfuerzo y con el propósito de contribuir al proceso personal de renovación, curación y reparación que están viviendo los demandantes después de la dramática experiencia y los graves daños que les provocaron los abusos del sacerdote Karadima", señaló en un comunicado.
"Durante estos meses pasados, le expresamos a los demandantes el reconocimiento por el aporte que realizaron con sus denuncias, las que permitieron que el tema fuera conocido por la Iglesia y la sociedad chilena, lo que condujo a comprobar los abusos y sancionarlos, añadió.
Reconoce "visiones distintas"
Monseñor Ezzati agregó que en los últimos meses "le expresamos a los demandantes el reconocimiento por el aporte que realizaron con sus denuncias, las que permitieron que el tema fuera conocido por la Iglesia y la sociedad chilena, lo que condujo a comprobar los abusos y sancionarlos", enfatizó.
"No existe ningún antecedente, ni en el proceso eclesiástico ni en el proceso civil, de que el arzobispado de Santiago haya tenido conocimiento de los abusos sexuales de Karadima antes de que se efectuaran las denuncias por los demandantes. En ese sentido, nos parece que atribuir complicidad y encubrimiento de los abusos al arzobispado es injusto y contrario a la verdad", afirmó el cardenal Ezzati.
El arzobispo capitalino reconoció que inició el proceso de conciliación "con la conciencia de tener visiones distintas sobre algunos hechos".
"Intentamos acercar esas visiones para construir un relato común que, siendo verídico, pudiera dejar a ambas partes en paz. Para el Arzobispado de Santiago resultaba fundamental que dicho acuerdo se construyera sobre la verdad, que es la base de la justicia. En este caso, los abusos cometidos por el sacerdote Karadima sólo vinieron a ser conocidos por las autoridades de la Iglesia gracias a las denuncias de los demandantes. Efectuadas las denuncias, estas fueron investigadas y el sacerdote sancionado. Luego, la justicia civil confirmó estos hechos", insistió.
El cardenal Ezzati reiteró el compromiso fundamental de la Iglesia "con las víctimas y nuestra disposición al diálogo con los demandantes, siempre sobre la base de la verdad y el respeto mutuo".
Las conversaciones entre los demandantes y el Arzobispado se llevaban a cabo desde hace seis meses. Las discrepancias se centraron en aspectos relacionados con las acciones de Fernando Karadima, ex párroco de El Bosque.