SANTIAGO.- Luego de que la Congregación de los Sagrados Corazones (SS.CC.) confirmara la participación del sacerdote Gerardo Joannon en casos de adopciones irregulares durante las décadas de 1970 y 1980, la familia del religioso criticó públicamente la investigación eclesiástica y la forma en que la Iglesia "ha llevado adelante la publicidad" del caso, señalando que "no es una sentencia canónica" y que pese a ello "estigmatiza a uno de los suyos como responsable de graves faltas".
En una carta de seis puntos enviada al diario El Mercurio, ocho familias ligadas al cura Joannon aseguran que si bien en un principio se mantuvieron en silencio con la intención de respetar la investigación preliminar iniciada por la Congregación de los SS.CC. "a la luz de los últimos acontecimientos, nos vemos en la obligación de dejar de callar".
"No podemos permanecer impasibles ante el comunicado del provincial de la Congregación de los SS.CC. que da cuenta del resultado de una investigación previa para aclarar su intervención en dos casos de adopciones irregulares que ha conocido la opinión pública en el último tiempo", señala la misiva.
En este sentido, los familiares del religioso cuestionan que "lo que se supone es una investigación previa que establece hechos que no pueden ser cabalmente conocidos por el afectado y, por tanto, rebatidos luego de un estudio sereno y en profundidad de los antecedentes, ha sido transformado, en una suerte de veredicto definitivo de culpabilidad".
Otro punto que el clan Joannon también critica con dureza es "el desproporcionado despliegue mediático empleado para exponer al padre Gerardo ante la opinión pública, por imputaciones que exceden a los cargos por las adopciones irregulares".
"Nuestra noción de la caridad cristiana entra en conflicto con la forma como la Congregación ha llevado adelante la publicidad de una investigación eclesial que no es una sentencia canónica y que, sin embargo, estigmatiza a uno de los suyos como responsable de graves faltas, sin haber tenido la posibilidad de conocer los cargos, las autorías de quienes los sustentan y de plantear la defensa a que tiene derecho como persona y sacerdote, miembro de esta Congregación por más de 50 años", agrega.
En la carta también se acusa a la Iglesia Católica de usar el caso para pretender corregir la "desidia y lenidad que habría mostrado en el pasado frente a casos de abusos".
A su juicio, la Iglesia "ha querido aparecer ahora mostrando el extremo celo y rigor, que se le reclama no haber tenido antaño, frente a situaciones que, si bien bastante diferentes a las que motivan dichos reproches, afectan a uno de los suyos".
"Lo lamentable es que para ello, haya debido herir de manera cruel e injusta la honra de un sacerdote y la de otras personas", sentencia la familia.
Finalmente, los Joannon advierten que "no toleraremos en caso alguno que se le enlode y adoptaremos todas las acciones que el ordenamiento nos confiere para su debida defensa".
"Deseamos finalmente reiterar que nuestro único interés, como familia, amigos y cercanos al padre Gerardo, es que se esclarezca la verdad de lo ocurrido. Manifestamos además nuestro deseo profundo para que todas las familias que han sufrido a través de este caso de adopciones irregulares puedan encontrar su consuelo y reparación y, finalmente, que la paz y la reconciliación nos llegue a todos los que estamos sufriendo por lo ocurrido. Como cristianos, seguiremos pidiéndole al Señor que este doloroso asunto concluya para todos conforme a la verdad y la justicia que merecemos", concluye la carta.