Sumario revela que fallas de seguridad detectadas en 2012 permitieron robo en el aeropuerto

SANTIAGO.- Las conclusiones preliminares del informe de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) respecto al millonario robo que afectó al aeropuerto el pasado 12 de agosto revelaron que deficiencias de seguridad en zonas restringidas, detectadas ya el año 2012, permitieron la ocurrencia del delito, debido a que hasta la fecha no había sido corregidas.

Así lo informó esta tarde el ministro de Defensa, Jorge Burgos, quien además anunció que el fiscal que realiza el sumario administrativo dispuso la suspensión de tres autoridades aeroportuarias: el director de aeródromos y servicios aeronáuticos, Héctor Barrientos; el jefe de aeropuerto Arturo Merino Benítez, Eduardo del Canto; y el jefe de seguridad nacional aeroportuaria, José Ili.

La medida regirá desde hoy y hasta que se termine el sumario administrativo. Después de eso el cese de los funcionarios puede adoptarse de manera definitiva, si es que se llegasen a determinar responsabilidades en el denominado "robo del siglo".

El informe determinó también que personal de la DGAC, que es responsable de la seguridad del aeropuerto, no realizó una fiscalización efectiva, y que la normativa existente respecto al traslado de valores, no es suficientemente específica para regular la carga de dinero, "lo que deja espacio para vulnerabilidades".

Sobre la empresa Brink's -afectada por la sustracción de $6 mil millones-, la indagación estableció que ésta no cumplió con el procedimiento reglamentario ni contó con medidas de seguridad propias ni protección policial, lo que aumentó la vulnerabilidad de la operación. 

Junto con las medidas hoy anunciadas, el Ministerio de Defensa y la FACh resolvieron que la DGAC inicie un sumario para indagar eventuales responsabilidades de los operadores aeroportuarios.

También se incrementó la dotación de seguridad del terminal aéreo en más de 70 nuevos funcionarios, se aumentaron los controles en la zona de seguridad y la fiscalización a las operaciones de transporte de valores.

Asimismo, se reforzaron controles de acceso en zonas restringidas, se aumentó el número de equipos para chequeo de vehículos en puntos de control, se asignaron más autos a funciones de patrullaje y se dispuso que esos funcionarios utilicen cascos y chalecos antibalas.

Se adquirieron además pilares móviles para disminuir la velocidad de los vehículos que ingresan al aeropuerto y se reforzaron los portones para evacuaciones de emergencia.

Por último, Burgos indicó que se avalúa la posibilidad de implementar un cerco eléctrico perimetral y reforzarlo con nuevos sensores ópticos e infrarojos. En esa línea también se estudia aumentar el equipamiento del personal con nuevas teconologías, como cámaras, sensores, alarmas y visores nocturnos, entre otros.