SANTIAGO.- Sorpresa causó la tarde de este jueves al interior de la Brigada de Derechos Humanos de la PDI en Rancagua cuando uno de los internos que habría sido golpeado la noche del 3 de agosto de 2013 en la cárcel de la ciudad -y que luego del hecho fuera trasladado hasta la ex Penitenciaria en Santiago- no fuera llevado por Gendarmería de Chile hasta la Fiscalía a declarar en el marco de la investigación, aún cuando había sido requerido con anterioridad en calidad de víctima.
A cambio, fue presentado el hermano del reo -quien también cumple una condena, pero en el penal de la zona- lo que fue justificado por la institución como una confusión debido al alcance de apellidos.
Ello, sin embargo, generó dudas por parte del personal de la PDI que posteriormente se constituyó en el módulo de tránsito hasta donde había sido llevado el interno luego de llegar a Rancagua para concurrir a la diligencia y percatarse de las lesiones que sufrió el sujeto.
Según confirmaron a Emol desde la Fiscalía de O'Higgins, dicho antecedente sumado al relato del interno herido fue suficiente para solicitar una orden judicial y detener al subteniente de Gendarmería presuntamente responsable de la agresión, lo que se concretó hace unas horas en el terminal de buses de la ciudad.
El uniformado fue trasladado hasta el cuartel policial de la PDI donde permanece retenido a la espera del control de detención que se llevará a cabo mañana viernes ante el Juzgado de Garantía de Rancagua.
La causa quedó en manos del fiscal Carlos Fuentes, quien estudia ampliar la detención del oficial, para reunir más antecedentes y formalizar por los delitos de apremios ilegítimos y obstrucción a la investigación.
La víctima, en tanto, aún continúa prestando declaración ante el persecutor, quien también participa de la indagatoria aún desformalizada por la masiva golpiza ocurrida el año pasado a la población penal del recinto carcelario de dicha ciudad.