SANTIAGO.- El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), en conjunto con la Intendencia Metropolitana, autorizó el plan piloto presentado por la Fundación Daya, la Municipalidad de la Florida, Fundación López Pérez y la Universidad de Valparaíso, que comprende el cultivo de marihuana para producir aceite de cannabis que ayude para paliar el dolor de pacientes con cáncer.
La noticia fue dada a conocer por el intendente Claudio Orrego, quien destacó que, "lo más importante es que este es un proyecto serio que tiene como foco la salud y el bienestar de las personas, y tiene además un componente de investigación académica que a nosotros nos parece muy importante y muy valioso".
"Queremos felicitar a este equipo por el trabajo serio que han realizado, eso fue determinante en la autorización positiva que ha dado el gobierno a este proyecto", agregó.Esto fue compartido por el director metropolitano del SAG, Óscar Concha, quien sostuvo que "se presentó un proyecto consistente, complejo, pero consistente, en el que participan distintos organismos, con un fin específico que es el tratamiento de el dolor en pacientes oncológicos".
"El ISP nos dio una opinión favorable al cultivo y producción de fármacos a partir de cannabis, dado que es un tema que en otras partes del mundo también se está haciendo", agregó Concha, quien también valoró el aporte que traerá esta autorización en materias de investigación.
De esta forma, serán cerca de 200 los pacientes oncológicos de La Florida que se verán beneficiados con el cultivo de 425 plantas de marihuana en un sitio que contará con doble cierre perimetral, para cumplir con las medidas de seguridad establecidas.
En tanto, las semillas de cannabis serán importadas al país por la Fundación Daya tras contar con la autorización.
El director del SAG explicó que "la autorización está también condicionada a que todas las etapas tecnológicas del cultivo se vayan avisando al SAG para ir supervisando; que el material que queda finalmente de los rastrojos debe ser incinerado, y posteriormente se debe hacer lo mismo con el material residual una vez obtenido el aceite".
Además del SAG, tanto Carabineros como la PDI están facultados para realizar las fiscalizaciones respectivas.
"Aquí lo que se está autorizando es la producción de aceite de cannabis para fines medicinales. Cualquier otro uso que se le dé a esta producción, automáticamente hace perder la condición de la autorización que se está dando, y por lo tanto pasa como delito a las instituciones que tienen que encargarse de estos aspectos", recalcó Concha.
De todos modos, la autoridad recalcó que "hay un compromiso de la Fundación Daya de cumplir los requisitos de seguridad establecidos, lo que ha facilitado la decisión tomada por la institución".
Por su parte, la presidenta de la mencionada fundación, Ana María Gazmuri, calificó la resolución como "un hito histórico. Empezamos a construir un camino para aliviar el sufrimiento de muchas personas, empezamos a construir una sociedad más amable".