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Santiago: Sábado 05 de octubre del 2024 | Actualizado 23:06
SANTIAGO.- El 89% de las denuncias por violencia intrafamiliar en contra de mujeres termina sin una condena.
Ésta es una de las conclusiones que arrojó el estudio "Violencia extrema hacia las mujeres en Chile (2010-2012)", donde se señala que el 80% del total de las acusaciones por agresión de pareja o ex pareja tiene a una persona del sexo femenino como víctima.
De ese porcentaje, el 56% responde a lesiones y, según el análisis, el 45% de las mujeres que perdieron la vida a manos de éstos había denunciado en el Ministerio Público por violencia.
"La gran mayoría fue asesinada entre la primera semana y los tres meses siguientes a su denuncia. Lo que constituye un hecho de la más alta gravedad; genera desconfianza en aquellas instituciones que debieran proteger los derechos humanos de las mujeres y acrecienta el temor a denunciar por parte de las mujeres que viven violencia", señalaron.
En ese sentido, sus autoras Paula Santana y Lorena Astudillo advirtieron que "la lista de espera para peritajes que confirmen la violencia intrafamiliar supera los nueve meses, por lo que fueron asesinadas antes de que se iniciara un juicio".
"Esta impunidad está reforzando la naturalización y tolerancia hacia la violencia hacia las mujeres", añadieron.
Fenómenos vinculados al femicidio
La investigación de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres da cuenta además de fenómenos conexos al femicidio que, hasta ahora, no han sido considerados en la ley 20.480 como manifestaciones de violencia extrema.
Por ejemplo, el estudio muestra un porcentaje importante de mujeres que deciden acabar con sus vidas para poner límite y fin a las agresiones que sufren.
"Se infiere que un 16% de las que se suicidaron entre el 2010 y 2012, vivían violencia, habían denunciado y contaban con investigaciones abiertas en el Ministerio Público. A estos casos se les denomina suicidio femicida", señala.
El ascenso de la violencia extrema contra las mujeres en Chile también se refleja en la cruel y particular "venganza y castigo" que ejercen parejas o ex parejas, a través de los hijos de las víctimas.
"Se trata del castigo femicida, los asesinatos de seres queridos como forma de escarmiento a las mujeres. El 77% de los asesinatos consumados de hijas e hijos en manos de su padre, se debió a un 'conflicto conyugal'. El 50% del total, como una forma específica de vengarse de la madre", añade.
La ministra del Sernam, Claudia Pascual, destacó la importancia de los resultados del estudio, asegurando que "permite ampliar los ámbitos y las concepciones del femicidio y de la violencia contra las mujeres, lo que está en concordancia con lo que señala nuestra Agenda de Género que es poder ampliar lo que se entiende por violencia más allá del espacio doméstico y familiar y cubrir también las diversas manifestaciones de la violencia que afectan a las mujeres en los espacios públicos y de trabajo".
