Al menos 10 carabineros heridos y 30 detenidos dejó violenta noche del "Once"

SANTIAGO.- Al menos 10 carabineros heridos y una treintena de personas detenidas dejaron los disturbios ocurridos en Santiago durante la noche del jueves y la madrugada de hoy viernes, en la conmemoración del 41° aniversario del 11 de septiembre de 1973.

Así lo informaron fuentes policiales en un balance preliminar, que a las 10:30 horas tendrá su cifra oficial en el Palacio de La Moneda.

Los disturbios se concentraron en algunos sectores de Puente Alto, San Bernardo, Peñalolén, Estación Central, Maipú, Renca y Huechuraba, además de la ciudad de Melipilla.

Entre los hechos de mayor gravedad figuraron el robo y quema de un bus del Transantiago en Puente Alto y de una caseta de seguridad ciudadana en Maipú. A esto se sumó que cerca de 130 mil hogares de diversos sectores de la capital sufrieron cortes del suministro eléctrico.

Violencia contra carabineros

En la ciudad de Valparaíso, en tanto, tres carabineros resultaron heridos a causa de disparos y cinco personas fueron detenidas en las manifestaciones. Uno de los efectivos fue herido en el cuello durante un operativo por un vehículo con encargo por robo que fue quemado en el cerro Los Placeres, mientras los otros dos fueron alcanzados en el sector de Rodelillo al enfrentarse con manifestantes.

"Ellos están sin riesgo vital, atendidos en el Hospital Naval", dijo el prefecto de Carabineros de la ciudad puerto, general Fernando Baywaters.

En la localidad de Melipilla, cuatro funcionarios resultaron lesionados por perdigones efectuados por encapuchados que además apedreaban vehículos en la Autopista del Sol.

En Renca, un sargento fue herido en el pie derecho por un disparo y en San Bernardo, al sur de la capital, un cabo recibió una descarga de perdigones en el rostro y un capitán fue impactado en las piernas, señalaron las autoridades de la institución policial.

Durante la noche, además, hubo manifestaciones pacíficas en el Estadio Nacional, la Villa Grimaldi y otros lugares que fueron utilizados como centros de tortura, con flores, velas encendidas y testimonios de supervivientes.