NUEVA YORK.- La Presidenta Michelle Bachelet anunció este lunes ante la Asamblea General de la ONU el compromiso de su Gobierno con los objetivos establecidos por el organismo internacional sobre población y desarrollo de cara al futuro.
Durante su discurso, la Mandataria destacó la necesidad de renovar los objetivos establecidos por la organización en 1994, "con el propósito de establecer lineamientos coherentes con los nuevos desafíos internacionales y garantizar un trato igualitario y con oportunidades para nuestra población".
En ese contexto, recordó que "sabemos que hay muchísimos temas pendientes, no podemos olvidar que todavía hoy 1.200 millones de personas viven en la extrema pobreza, que 842 millones sufren de malnutrición y que 99 millones de niños menores de cinco años tienen problemas de alimentación y no alcanzan el peso apropiado para su edad".
"Es imposible conseguir el desarrollo si 2.500 millones de personas, mas de un tercio de los habitantes del planeta no cuenta con servicios sanitarios apropiados y 748 millones de personas deben utilizar fuentes de agua que no han recibido un tratamiento apropiado", indicó.
En esa línea, agregó que una de las lecciones que ha dejado la aplicación de este programa es que "los gobiernos no pueden implementar los objetivos de manera selectiva y sectorial. Es nuestro deber asumir este desafío y elaborar una agenda que pueda ser empleada de manera integrada y completa de acuerdo a la necesidad de cada país".
"En este sentido, Chile acoge plenamente y promueve el informe del secretario general sobre el marco de medidas para el seguimiento del programa de acción desde el 2014 y nos haremos cargo de asegurar los énfasis políticos necesarios para la aplicación de los cinco pilares temáticos de la población y el desarrollo: dignidad y DD.HH., salud, sostenibilidad, gobernanza y rendición de cuentas", agregó.
Compromisos tangibles
Acto seguido, Bachelet detalló la posición de Chile en cada uno de esos ejes, destacando que "hacemos nuestro el propósito de que toda persona debe vivir en un entorno social que le brinde estabilidad y bienestar físico y sicológico, donde sus derechos sean garantizados por el Estado. Toda persona debe tener oportunidades para desplegar sus capacidades a través de la participación en la sociedad sin temor, sin discriminación".
En materia de dignidad y DD.HH., la jefa de Estado valoró los esfuerzos realizados por la ONU en esa materia, pero subrayó que ante "los conflictos armados, el terrorismo, los regímenes autoritarios, la violación de los derechos de las mujeres y, en definitiva, la discriminación y la injusticia plantean una amenaza constante que requiere redoblar esfuerzos en prevención, educación y control".
Finalmente, puso énfasis en la importancia de la coordinación de los Estados ante el proceso migratorio que se vive en el mundo de hoy. "Chile vive hoy una nueva realidad de migraciones crecientes. Estamos convencidos que las migraciones internacionales aportan al desarrollo de los países tanto en lo económico como en el dialogo entre culturas y pueblos", comentó.
"Desde nuestra realidad nacional y sudamericana nos proponemos asumir estos compromisos y desafíos de manera integral, concibiendo a toda persona migrante como sujeto de derecho. Deseamos impulsar una convención internacional sobre migración que establezca estándares mínimos para una adecuada movilidad de las personas y para potenciar su aporte al desarrollo", concluyó.