Gerardo Joannon continúa con arraigo nacional.
El MercurioSANTIAGO.- No ha habido un acto de perdón. Eso, al menos, hasta hoy, a un mes de vencido el plazo ordenado por la Congregación de los Sagrados Corazones para que el sacerdote Gerardo Joannon (77) hiciera un gesto de reparación consistente en reconocer la verdad, asumir su responsabilidad en al menos dos casos de adopciones irregulares donde habría participado activamente, y ofrecer disculpas a las personas afectadas.
Ello, porque el pasado 2 de septiembre culminó el periodo fijado por el Consejo Provincial para que el religioso se acercara a las dos víctimas que fueron acreditadas por la investigación del canonista salesiano David Albornoz, específicamente a María Alicia Haussler y Andrés Rillón, hijo del comediante del mismo nombre.
Según confirmó Haussler a Emol, tras conocerse el resultado de la indagatoria eclesiástica el pasado 12 de agosto, no ha tenido noticias de Joannon, quien además debería haber partido a España este mes -a la comunidad provincial de Madrid- para comenzar un proceso de acompañamiento psicológico y espiritual, viaje que no se podrá concretar por el momento ya que se encuentra con arraigo nacional por orden del juez Mario Carroza, quien lleva adelante la causa penal relacionada con las entregas ilegales de recién de nacidos ocurridas en la década de los '70 y '80.
Rillón, por su parte, también aseguró a este medio que el cura no ha mostrado la intención de pedir perdón ni se ha contactado con su familia.
Al interior de la congregación, en tanto, existe molestia ante la actitud adoptada por el sacerdote, quien ha insistido en su inocencia respecto de las acusaciones en su contra, siendo ésta la razón principal de su negación a realizar un acto de perdón y reparación.
Investigación eclesiástica
Tras cuatro meses de investigación eclesiástica, la Congregación confirmó que el sacerdote Gerardo Joannon Rivera (77) estuvo involucrado en casos de adopciones irregulares ocurridas en el país durante la década de los 70 y 80.
La conclusión a la que llegó el canonista salesiano David Albornoz es que el religioso participó activamente en los casos de adopciones irregulares que involucran a Maria Alicia Haussler y María Carolina Celedón, esta ultima madre de la hija de Andrés Rillón.
Según se estableció luego de la entrevista a 31 personas, no es verosímil afirmar que el doctor Monckeberg actuó por iniciativa propia en el caso de la nieta del comediante, enfatizando que el sacerdote siempre supo que ambos bebés no murieron al nacer.
Lo anterior desmiente las afirmaciones que el religiosos emitió públicamente una vez denunciado los hechos, donde aseguró desconocer si los recién nacidos estaban vivos o muertos.
A su vez, se acreditó que el religioso mantenía hasta entonces una relación inapropiada con Celedón, cuya historia fue clave para conocer las entregas de menores "no deseados" que fueron reveladas por el sitio de investigación "Ciper".
Incluso, según estableció el sumario, Joannon realizó misas en recuerdo de la menor, "a sabiendas de que no estaba muerta".