SANTIAGO.- "Hasta que nosotros llegamos, el sistema no se ocupaba", dijo categórico este miércoles el ministro de Justicia José Antonio Gómez respecto del Sistema Nacional de Registro de ADN de personas condenadas por delitos graves que ha sido cuestionado luego que se conociera que el principal imputado por los bombazos en Santiago, Juan Flores Riquelme, debería haber registrado su huella genética tras haber sido beneficiado con la libertad vigilada por un hecho de robo con intimidación.
"Se aplicó muy poco en el gobierno anterior, de hecho, el propio mecanismo no tenía las claves ingresadas al sistema", agregó el secretario de Estado, enfatizando que actualmente "tenemos 30 mil registrados, lo que significa que ha sido muy lento el uso".
"Hemos estado trabajando en una mesa con el Registro Civil, el Servicio Médico Legal, Gendarmería y el Ministerio del Interior para ver la fórmula de ir mejorando la utilización del sistema", continuó, adelantando que incluso firmará un convenio con el FBI el próximo viernes en el marco del fortalecimiento del mecanismo en cuestión.
Todo lo anterior, sobre la base de las afirmaciones de la Fiscalía Metropolitana Sur que ha asegurado que de haber sido cumplida la orden del tribunal respecto de Flores, posiblemente se hubiese evitado el ataque del 8 de septiembre en el subcentro de Escuela Militar, que dejó 16 personas lesionadas.
Ello, porque un informe de Carabineros emitido el 5 de septiembre con los resultados preliminares de las muestras de ADN extraídas desde el bolso donde el 13 de julio explotó un artefacto en la estación de metro Los Dominicos, daba cuenta de las cinco personas sospechosas, entre las cuales figuraba el joven de 22 años.
Sin embargo, al no existir un registro de su ADN, las evidencias obtenidas por la policía no pudieron ser cotejadas.