VALPARAÍSO.- El ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier, participó en la supervisión de tomas de muestras de agua realizadas por la autoridad sanitaria en la bahía de Quintero, para monitorear y evaluar las medidas restrictivas implementadas en la zona, tras el derrame de hidrocarburos registrado el pasado 24 de septiembre, tanto en el uso recreativo de playas afectadas como en la extracción de mariscos.
"La continuidad de esta medida va a depender del monitoreo que ha comenzado a realizar la autoridad sanitaria, y cómo los resultados nos permiten tomar decisiones. Ésta es una medida que ha implementado el Gobierno, que es de carácter precautorio y preventivo, para controlar los eventuales impactos que tienen el uso de las playas y el consumo de productos del mar", explicó el titular del Medio Ambiente.
Badenier afirmó que la etapa más aguda de la emergencia ya está controlada, pero que no obstante ello se encuentra plenamente activo un programa de vigilancia para determinar si el derrame está afectando a otras zonas, y tomar así las acciones necesarias.
Respecto de las tareas de limpieza en la zona, explicó que éstas consisten en "recuperar la columna de agua, y fundamentalmente los sedimentos de las playas. Hoy existen metodologías y procedimientos para poder limpiar y recuperar, que puedan cumplir con normas nacionales y de referencias que nos permitan certificar".
Agregó que las acciones judiciales que se emprendan tras el derrame están destinadas a cubrir los gastos en que incurra el Estado por los trabajos de limpieza, "pero también a emprender acciones de reparación por el daño ocasionado, y eso incluye eventuales indemnizaciones para quienes se hayan visto afectados".
Junto con ello, informó que se convocó para el próximo martes al Comité de Recuperación Ambiental y Social (CRAS) de Quintero y Puchuncaví, en el que participan organizaciones sociales de la zona, alcaldes, organismos públicos e industrias del sector, para la creación de un plan de acción que permita fijar metas, compromisos, cronograma de cumplimiento y montos específicos de inversión para paliar la contaminación histórica en el aire, agua y suelos de la zona.
"Vamos a endurecer las normas, actualizaremos el plan de descontaminación atmosférica que data de 1992 y está bastante desactualizado, y hemos comprometido nuevas normas de emisión, como la norma de emisión horaria de óxidos de azufre", adelantó Badenier.