Secta: Defensa de joven que acompañó a "Antares" en Perú pidió su sobreseimiento

SANTIAGO.- La defensa de Francisca Ceroni -la joven artesana que acompañó a Ramón Castillo Gaete, autodenominado Antares de la Luz, durante sus últimos días de vida antes del suicidio- solitó sobreseer definitivamente a la mujer de 22 años en la causa que lleva adelante el fiscal Juan Emilio Gatica por la muerte de un menor calcinado en una hoguera.

Ello, según detalló a Emol el abogado de la joven, Carlos Palacios, por estimar que a su representada no le cabe participación en el crimen del lactante de 3 días que fue sacrificado en noviembre de 2012 en un ritual de sanación en el cerro Colliguay.

Lo anterior será discutido el próximo 10 de noviembre ante el Juzgado de Garantía de Quilpué, instancia en la que el tribunal resolverá si acepta o no el requerimiento de la defensa luego que el pasado 8 de septiembre rechazara llevar a juicio abreviado a seis de los jóvenes involucrados en el homicidio, entre ellos, la artesana.

Ceroni es imputada por el delito de homicidio calificado en calidad de encubridora y en principio, tras discutir con el Ministerio Público una posible salida alternativa al juicio oral a cambio de la aceptación de los hechos, podría haber optado a una pena de 541 días de presidio remitido, lo que fue negado por el tribunal.

Su participación en la secta

De acuerdo a los antecedentes incluidos en la carpeta investigativa, Francisca Ceroni era una de las personas más cercanas al Castillo e incluso, en diciembre de 2012 llegó hasta el cerro Colliguay donde Antares y sus seguidores se instalaron para esperar el fin del mundo con el objetivo de presenciar el día del juicio final.
 
En dicho lugar, la agrupación había improvisado un campamento donde desde el 1 de diciembre el "maestro" comenzó a beber ayahuasca dando a inicio a las ceremonias que a diario se realizaron hasta el 21 del mismo mes, rito en el que además todos debían vestir de color calipso.
 
El resto del grupo, inició la toma de ayahuasca el día 11, lo que provocó un estado de completa alteración de conciencia y voluntad.

Los antecedentes también establecieron que joven artesana mantuvo una relación con "Antares" desde que ella tenía 16 años, sin embargo, su participación en la secta no fue siempre constante.

Por lo mismo, cada vez que Ceroni aparecía en la comunidad, Castillo evitaba mantener contacto con el resto de las mujeres a las que había sometido, demostrando un cierto respeto hacia ella.